El inmunólogo Anthony Fauci, dijo que Estados Unidos está “absolutamente preparado” para distribuir rápidamente una tercera dosis de la vacuna contra el COVID-19.
A pesar de que no especificó un cronograma de distribución y aplicación, indicó que los funcionarios de salud están evaluando a varios grupos “diaria y semanalmente”.
“Si resulta que, a medida que ingresan los datos, vemos que necesitamos administrar una dosis adicional a las personas en hogares de ancianos y a las personas mayores en general, estamos preparados para hacerlo muy rápidamente”, dijo Fauci en el programa “Face the Nation” de CBSNews.
La tercera dosis se ha vuelto un tema urgente luego de las infecciones que han presentado las personas completamente vacunadas a causa de la variante delta, que es más contagiosa y es la que prevalece en Estados Unidos.
La Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) “está consciente de que las personas inmunodeprimidas corren un riesgo especial de sufrir una enfermedad grave”, señaló en un comunicado la comisionada del organismo, la Dra. Janet Woodcock.
“Después de una revisión exhaustiva de los datos disponibles, la FDA determinó que este grupo pequeño y vulnerable puede beneficiarse de una tercera dosis de las vacunas Pfizer-BioNTech o Moderna”, agregó.
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La FDA especificó que el resto de las personas fuera de este grupo y que ya están vacunadas completamente, siguen “protegidas y no necesitan una dosis adicional de la vacuna contra el COVID-19 en este momento”.
El New York Times informó el sábado que la Administración del presidente, Joe Biden, comenzó a elaborar planes para ofrecer inyecciones de refuerzo a algunos estadounidenses a partir de este otoño.
Francis Collins, director de los Institutos Nacionales de Salud, dijo que no se había tomado una decisión anteriormente “porque los datos que tenemos de Estados Unidos dicen que las personas que están vacunadas están completamente protegidas, incluso contra la delta”.
Sin embargo, existe la preocupación de que la vacuna pueda disminuir su efectividad durante meses, por lo que se necesitaría un refuerzo “comenzando con los proveedores de atención médica, así como con las personas en hogares de ancianos”.
Fauci también abordó los mandatos más estrictos que se usaron desde el inicio de la pandemia, como la mascarilla, indicando que aún existen 90 millones de estadounidenses que no se han vacunado a pesar de ser elegibles.
“Dejemos de lado todos estos temas de preocupación sobre las libertades personales para darnos cuenta de que tenemos un enemigo común, y ese enemigo común es el virus”, finalizó el experto.