El Papa Francisco ofreció este 12 de noviembre sus “bendiciones y felicitaciones” a Joe Biden como presidente electo de EEUU, en una llamada telefónica, buscando reconstruir la relación con Washington tras cuatro años de tensión y polémicas con Donald Trump.
La conversación fue anunciada por el equipo de transición de Biden, quien, de ser declarado oficialmente como presidente, se convertiría en el segundo mandatario católico en la historia de ese país. El primero fue John F. Kennedy.
Francisco se ha enfrentado con Trump por una serie de temas, incluidos China, el cambio climático, Cuba y la inmigración.
“El presidente electo agradeció a Su Santidad por extender sus bendiciones y felicitaciones y le mostró agradecimiento por su liderazgo en la promoción de la paz, la reconciliación y los lazos de la humanidad en todo el mundo”, dijo el equipo de Biden en un comunicado.
“(Biden) expresó su deseo de trabajar juntos (...) en temas como el cuidado de los marginados y los pobres, la crisis del cambio climático y la integración de los inmigrantes y refugiados en nuestras comunidades”, agregó la nota.
Los católicos conservadores estadounidenses, muchos de los cuales votaron por Trump, han dicho que los sacerdotes no deberían darle la comunión a Biden debido a sus puntos de vista a favor del derecho al aborto.
Durante una tensa campaña electoral contra el presidente Donald Trump, Biden citó al papa Juan Pablo II, invocó con frecuencia sus raíces católicas irlandesas y se comprometió a “restaurar el alma de Estados Unidos”. Biden lleva regularmente un rosario que pertenecía a su hijo Beau Biden, fallecido de cáncer cerebral en 2015.
El político demócrata aventaja al republicano con un conteo de 290 votos, muy por encima de los 270 necesarios para llevarse la victoria. Aún quedan por decidir Carolina del Norte, Georgia y, según algunos medios, también Arizona, aunque otros ya han proyectado que Biden se llevará ese estado.
La campaña de Trump ha presentado demandas en varios estados clave para desafiar el resultado de las elecciones del 3 de noviembre, y alega que se ha producido un fraude. Para que las demandas surtan efecto los abogados del actual mandatario deberán probar que hubo fraude en más de un estado, con tal de ganar los votos a favor de su defendido.
Si se declara oficialmente como ganador el candidato demócrata, tendrá que trabajar con un Senado controlado por el partido opositor y una Cámara Baja donde la mayoría demócrata ha perdido escaños, un panorama que dificultará su gobierno.
El Papa Francisco es mal visto entre miembros de la comunidad cubanoamericana y del partido republicano por sus críticas a la economía de mercado y la globalización. Algunos lo tildan de cómplice de los regímenes comunistas y consideran que es un socialista velado.
