La violencia, en cualquiera de sus manifestaciones y por cualquier motivo, tiene consecuencias imprevistas e igual de cuestionables que las causas que puedan haberla motivado. De ahí que siempre deba ser repudiada y no contemplada como la mejor vía hacia el triunfo de un reclamo justo.
Prueba de ello es el reciente fallecimiento del oficial Patrick Underwood, de 53 años, quien murió el pasado viernes en la noche como consecuencia de un tiroteo asociado a las protestas por el asesinato de George Floyd, en Minneapolis.
Al igual que Floyd, Underwood era afrodescendiente, lo cual resulta paradójico. Por estar cumpliendo con su deber de mantener la seguridad en Oakland, fue víctima de algunos que vieron en la violencia la mejor forma de hacer escuchar sus reclamos por el fin de la discriminación racial en Estados Unidos, puesta en relieve nuevamente tras el asesinato de Floyd, el 25 de mayo.
Oficial del Servicio Federal de Protección (FPS, por sus siglas en inglés), Underwood fue asesinado a tiros en el Edificio Federal en Oakland, un hecho que derivó de las protestas, a medida que éstas iban subiendo de tono y deviniendo en enfrentamientos entre manifestantes y policías.
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Según reporta ABC News, la familia y amigos de Underwood confirmaron su identidad este domingo. Su hermana, Angela Underwood Jacobs, escribió en su página de Facebook que su hermano, Dave Patrick Underwood, un oficial federal, “fue asesinado el 29 de mayo de 2020 en Oakland, California, mientras estaba de servicio durante los disturbios”.
“Esta violencia debe detenerse”, afirmó Angela, que seguramente no comprende cómo la condena de un hecho deleznable propicia otros, ni cómo el reclamo por el asesinato de un afrodescendiente conlleva a la muerte de otro. Si media la violencia, cualquier sociedad entra en una espiral de la que es muy difícil salir.
Un alto funcionario del Departamento de Seguridad Nacional detalló a ABC News que el tiroteo que provocó la muerte de Underwood está relacionado con la protesta del viernes en Oakland por la muerte de George Floyd. Según dijo, un segundo oficial del FPS resultó herido y se encuentra en estado crítico.
Ambos estaban custodiando el Edificio Federal Ronald Dellums, en Clay Street, cuando un vehículo se acercó, sobre las 10 de la noche, y alguien desde su anterior abrió fuego contra los oficiales.
Los oficiales federales son los encargados de custodiar los edificios federales en todo el país, como tribunales y sedes de dependencias gubernamentales. El FPS forma parte del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), cuyo secretario interino, Chad Wolf, condenó enérgicamente el asesinato contra Underwood y su compañero.
“Un asesino disparó cobardemente a dos contratistas de protección federal mientras vigilaban una protesta", dijo Wolf, mientras que Ken Cuccinelli, subsecretario interino de Seguridad Nacional, fue enfático al subrayar que cuando alguien ataca a un oficial de policía o una estación de policía con la intención de hacer daño e intimidar, está cometiendo “un acto de terrorismo doméstico”.
Hasta el momento, no se ha identificado a un sospechoso del asesinato de Underwood ni se ha podido establecer con exactitud si el tirador estaba relacionado con la protesta. La investigación, liderada por el FBI, aún se encuentra en sus etapas preliminares, pero, de cualquier forma, las manifestaciones violentas por el asesinato de Floyd parecen ya haberse cobrado la vida de otro afrodescendiente.