La protesta convocada en la ciudad de Coral Gables fue un tanto distinta al resto de las realizadas en el sur de Florida, las cuales culminaron con disturbios y vandalismos. Y es que los agentes de la Asociación de Jefes de Policía de Miami-Dade se hincaron de rodillas justo en el momento en que llegó la manifestación que pedía justicia para George Floyd.
Las personas se acercaron a la sede de la policía de Coral Gables de manera pacífica. En tanto, en la ciudad de Miami se tornaron violentas las protestas las cuales comenzaron con el objetivo de rechazar las acciones racistas por parte de las fuerzas policiales, desencadenadas por muerte del afroestadounidense negro a manos de un oficial blanco en Minneapolis, Minnesota, durante un controversial arresto.
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En la sede del departamento policial, los agentes se pusieron de rodillas frente a los manifestantes, los cuales cargaban carteles y gritaban “no puedo respirar”, recordando lo que decía Floyd en el momento del arresto. Los manifestantes se hincaron en el suelo frente a los policías, acompañados de sus carteles en alto, al tiempo que rezaron por el descanso de Floyd.
Los asistentes, en su mayoría jóvenes, iniciaron una caminata hasta Coral Way, cerca de la calle 37 antes de llegar a Coral Gables, porque, según dijeron, es "en donde reside una cantidad de personas de clase media alta", sector que menos vulnerable al acoso policial.
El jefe de la policía de Coral Gables, Edward Hudak, habló con los manifestantes llegando al acuerdo de sostener nuevas reuniones durante la próxima semana con el objetivo de escuchar sus peticiones sobre el comportamiento policial en la ciudad.
Por su parte el alcalde Francis Suárez dejó saber que las manifestaciones, que convocaron a miles de personas, en un principio fueron pacificas, sin embargo no estuvieron exentas de quienes se quedaron con el propósito de dañar las propiedades, volviendo el entorno violento deja saber la cadena de noticias UNIVISIÓN