Un funcionario de alta confianza del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunió en secreto con Jorge Rodríguez, destacado dirigente del régimen chavista, para intentar negociar la salida del poder del presidente venezolano, Nicolás Maduro, aseguran unas versiones de prensa.
Se trata de Richard Grenell, exdirector de Inteligencia Nacional de Estados Unidos y enviado especial de ese país para el diálogo entre Serbia y Kovoso.
La reunión de Grenell con Jorge Rodríguez, exvicepresidente de Venezuela y hermano de Delcy Rodríguez, se llevó a cabo en septiembre en Ciudad de México, según confirmó el portal de noticias Bloomberg, que citó a tres personas conocedoras del encuentro.
Grenell, en la reunión, intentó discutir la salida pacífica del poder de Nicolás Maduro, según han dicho dos de las personas consultadas, pero no está claro si Rodríguez y el mandatario venezolano estaban abiertos a abordar esa posibilidad.
En cualquier caso, las conversaciones no tuvieron éxito, según las fuentes consultadas.
Grenell es una de las personas de máxima confianza del presidente de Estados Unidos, que busca conseguir nuevos logros en materia de política exteriores antes de someterse al veredicto de las urnas en las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.
Algunos altos cargos gubernamentales estadounidenses han dado versiones contradictorias sobre si el viaje de Grenell estaba autorizado con antelación, aunque dos personas familiarizadas con el asunto han afirmado que el asesor de Seguridad Nacional de Trump, Robert O’Brien, lo respaldó con el beneplácito del mandatario norteamericano, aseguró este medio.
El Departamento de Estado no fue informado de ese encuentro, según una de las personas consultadas.
Rodríguez rechazó pronunciarse al respecto del encuentro, al igual que los portavoces del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. Las personas conocedoras de las conversaciones con Venezuela han pedido no ser identificadas, dijo este medio.
La OEA críticas elecciones en Venezuela
Las elecciones parlamentarias que se realizarán a fin de año, carecen “de condiciones democráticas mínimas" en el proceso para renovar la Asamblea Nacional de Venezuela, denunció la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA)
La asamblea, con 21 votos a favor, cuatro en contra y nueve abstenciones, se alineó con la tesis defendida por el equipo del presidente de la Asamblea Nacional venezolana, Juan Guaidó, reconocido por el bloque como jefe de Estado legítimo.
De esta manera la mayoría de los países han cargado contra el “régimen ilegítimo” de Maduro y, en particular, por no respetar la separación de poderes.
Reprochando su injerencia en el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y en el Consejo Nacional Electoral (CNE), así como el bloqueo de la Asamblea Nacional, el único órgano controlado por la oposición.
Considerando que este tipo de acciones “comprometen de manera clara las condiciones mínimas para garantizar la celebración de procesos electorales democráticos, de acuerdo con los estándares internacionales”, según el diario ‘El Nacional’.
Deja en tanto el reconocimiento de los próximos comicios, estableciendo que dicho aval dependerá “del establecimiento de las condiciones necesarias de libertad, justicia, imparcialidad y transparencia”.
Maduro, por su parte, dejó claro que no detendrá el proceso y tampoco realizará concesión alguna a sus críticos. Lo que generó que la mayor parte de los partidos de la oposición, liderados por Guaidó, renunciaron a participar en la votación.
Guaidó, al igual que la resolución de la OEA, es partidario de avanzar hacia unas elecciones presidenciales “libres, justas, transparentes y legítimas”.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, ha aplaudido la resolución, en la que ve “un paso más para que Venezuela recupere la democracia y acabar con la tiranía responsable de asesinatos, torturas y la peor crisis humanitaria y migratoria regional”. “Felicito a los Estados Miembros por estar a la altura de la historia”, ha dicho en Twitter.