Agente del Mossad revela complicidad entre los Kirchner e Irán

El agente estuvo en tratos con Niesman durante varios años y fue cercano de Meir Dagán, notorio jefe del Mossad israelí
Uzi Shaya, ex agente del Mossad
 

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Un agente del Mossad, la agencia de inteligencia israelí, reveló los presuntos nexos del gobierno kirchnerista con el régimen iraní que derivaron en un pacto para evitar el juicio de los jerarcas que habían planificado el ataque en Buenos Aires en julio de 1994. 

Entre esos nexos había sobornos y transferencias millonarias en juego, de acuerdo al programa Uvda, de la televisión israelita, donde Uzi Shaya —así se llama el agente— dio a conocer esas novedades sobre el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA).

Shaya señaló que se reunió con Albert Nisman —el fiscal muerto que llevaba el caso— antes de su denuncia ante la Justicia federal para entregarle documentación que corroboraba parte de la investigación sobre la complicidad entre el gobierno Kirchner y los iraníes. Shaya relató cómo fue que “activó”, de acuerdo a su historia, a Nisman para que actuara. 

“El reclutamiento y ‘activación’ de agentes de espionaje es la segunda o tercera profesión más antigua del mundo. No tiene moral. No tiene códigos y casi no tiene conciencia”, reconoció el hombre que trabajó muy cerca del célebre Meir Dagán, ex jefe del Mossad.

“¿Qué había en el sobre que pasó a las manos del fiscal antes de ser encontrado muerto en su baño?” —preguntó la conductora del programa a Shaya—. “Transferí un tipo de información para su conocimiento que podría haber provocado su muerte”, contó.

“Había mucho material que vincula a Cristina con Irán: Cristina-cuentas privadas, Cristina evasión de divisas… Todo lo que lograron encontrar contra la presidenta”, dijo Shaya frente al micrófono. 

El programa contó además con la participación de otros entrevistados argentinos, entre quienes figuraban Diego Lagomarsino, ex colaborador de Nisman y con cuya arma se ejecutó el disparo que terminó con su vida; Miguel Ángel Toma, ex director de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE); Patricia Bullrich, ex ministra de Seguridad y el periodista Marcelo Longobardi.

Shaya y Nisman se conocían desde principios de los 2000. El fiscal argentino ya estaba en conexión con la causa AMIA. Comenzaron a tejer una relación de confianza personal y profesional. 

Durante los años de las presidencias de Carlos Menem primero y de Néstor Kirchner después, los servicios de inteligencia israelíes ayudaron a los esfuerzos de investigación, junto con el FBI y la CIA. Incluso fue Kirchner quien lo había puesto al frente de las pericias y quien condenó en diferentes foros internacionales la participación de los iraníes en el brutal atentado.

Shaya contó en el programa que su gobierno le había otorgado a la Argentina desde entonces información que demostraba la participación de Irán y Hezbollah en ese ataque. Cuando se conoció el pacto con Irán, y dos años antes de que fuera encontrado muerto en su apartamento, volvió a entrar en contacto con el fiscal argentino.

En ese momento, el ex agente del Mossad le dio los documentos con las constancias de las transferencias de sobornos iraníes a los funcionarios argentinos, entre quienes —aseguró— figuraba la actual vicepresidenta argentina.

Nisman fue hallado muerto en su departamento del barrio de Puerto Madero el 17 de enero de 2015, apenas días después de presentar su acusación contra Cristina Kirchner y horas antes de que la hiciera pública ante el Congreso nacional.

 

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