China impide ingreso de científicos que investigarían el origen de la pandemia

Después de más de un año de la detección de los primeros casos en la región china de Wuhan, 10 científicos escogidos por la OMS tienen que viajar a China para analizar los orígenes del virus y saber cómo se transmitió al hombre.
Xi Jinping, presidente de China
 

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El equipo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) encargado de investigar sobre el origen de la pandemia de Covid-19 en China viaja sin autorización del país asiático, según el director general de la agencia, quien se mostró “muy decepcionado”.

“Hoy nos han informado que los responsables chinos no han terminado las autorizaciones necesarias para la llegada del equipo a China”, declaró Tedros Adhanom Ghebreyesus en diálogo con los medios.

“Estoy muy decepcionado por esta noticia, pues dos miembros ya iniciaron el viaje y otros no pudieron salir en el último momento”, añadió, en unos comentarios críticos con Beijing, poco frecuentes de su parte.

“Estuve en contacto con altos funcionarios chinos y dije claramente una vez más que la misión era una prioridad para la OMS y el equipo internacional”, agregó, afirmando que está “impaciente por lanzar la misión lo más rápido posible”.

“Esperemos que se trate simplemente de un problema logístico y burocrático que podremos resolver rápidamente”, dijo. Uno de los expertos tuvo que dar marcha atrás, y otro está a la espera en un tercer país, precisó.

Después de más de un año de la detección de los primeros casos en la región china de Wuhan (centro), estos 10 científicos escogidos por la OMS tienen que viajar a China para analizar los orígenes del virus y saber cómo se transmitió al hombre.

Provienen de Dinamarca, Reino Unido, Países Bajos, Australia, Rusia, Vietnam, Alemania, Estados Unidos, Catar y Japón, reconocidos en sus diferentes campos de especialización.

“El objetivo no es designar un país o una autoridad culpable”, dijo a la AFP uno de los miembros del equipo, Fabian Leendertz del Instituto Robert Koch de Alemania. “Es entender lo que pasó para evitar que vuelva a suceder”, añadió.

Sin embargo, la misión se ha vuelto muy delicada para el régimen chino, que no quiere que se le endose ninguna responsabilidad sobre la epidemia, que ha causado más de 1,8 millones de muertos en el mundo.

De hecho, numerosos medios han reportado en los últimos días que Beijing ha intensificado sus esfuerzos para cambiar la narrativa sobre cuándo y dónde comenzó la pandemia.

“Incluso antes de esta investigación, los altos cargos de ambos lados —China y Occidente— han estado muy polarizados en sus opiniones sobre los orígenes del brote”, dijo Yanzhong Huang, miembro principal del Consejo de Relaciones Exteriores, un grupo de expertos estadounidense.

Tendrán que ser políticamente astutos y sacar conclusiones que sean aceptables para todas las partes representadas”, añadió.

China es el único país que afirma que la COVID-19 puede transmitirse a través de las importaciones de la cadena de frío, y el país culpa a envíos contaminados de los causantes de los nuevos brotes surgidos en Pekín y Dalian, aunque la OMS ha minimizado esos riesgos.

El asunto sigue siendo delicado, y sólo hay un puñado de estudios sobre los orígenes de la COVID-19 a disposición del público.

 

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