España vive este jueves un acontecimiento histórico con la exhumación de los restos del dictador Francisco Franco de su actual lugar de enterramiento, el monumento del Valle de los Caídos, para llevarlos a un cementerio municipal de Madrid.
El procedimiento busca cerrar un capítulo en la historia de este país y corregir la anomalía democrática que supone que un dictador tenga una tumba de Estado, donde ha estado durante casi 44 años tras su fallecimiento en noviembre de 1975.
Solo un grupo de 22 familiares y un reducido número de funcionarios y operarios, el mínimo imprescindible, estarán presentes en la operación, que tendrá lugar en la intimidad, ya que se ha vetado la presencia de público y de medios de comunicación.
Solo habrá una señal de televisión por parte de la cadena estatal y un "pool" gráfico a cargo de la Agencia EFE, y únicamente en la zona al aire libre del Valle de los Caídos, fuera de la basílica excavada en la roca.
El proceso comenzará a las 08.30 GMT, cuando se procederá a levantar la losa de granito de 1,5 toneladas bajo la cual se encuentra el ataúd con los restos del dictador.
El proceso tendrá lugar con la presencia de los familiares, sus siete nietos y algunos de sus bisnietos, así como de la ministra de Justicia, Dolores Delgado, en su calidad de notaria mayor del Reino, y otros funcionarios.
Si el féretro no se encuentra en buen estado, habrá otro disponible para traspasar los restos.
Tras la exhumación, el féretro será llevado a hombros por algunos de los descendientes del dictador hasta la explanada del monumento, donde será cargado en un coche fúnebre que lo acercará hasta un helicóptero.
La aeronave procederá a trasladar el féretro, junto con uno de los nietos, hasta el cementerio de Mingorrubio, en El Pardo, un barrio de Madrid situado en un paraje natural a varios kilómetros de la capital. En caso de mal tiempo, el traslado sería en automóvil.
El resto de la comitiva se trasladará por carretera, en un trayecto de unos 60 kilómetros.
Una vez en el cementerio, los restos serán inhumados de nuevo en el panteón en el que está enterrada desde 1988 la viuda de Franco, Carmen Polo.
El Gobierno rechazó la petición de los familiares para enterrar a Franco con honores militares e incluso bajo una bandera española.
A petición de la familia Franco, se oficiará una misa en la que el sacerdote será un hijo de Antonio Tejero, el oficial de la Guardia Civil que encabezó el asalto al Congreso de los Diputados durante el intento de golpe de Estado de 1981 contra la incipiente democracia española.
Todo ese procedimiento se realizará en la intimidad, ya que se cerrará el acceso al cementerio.
España vive hoy un momento histórico con la exhumación de Franco
El procedimiento busca cerrar un capítulo en la historia de este país y corregir la anomalía democrática que supone que un dictador tenga una tumba de Estado.
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