El gobierno cubano considera como "una gran oportunidad" la extensión a América Latina y el Caribe de la Ruta de la Seda, megaproyecto comercial de China que pretende expandir globalmente el alcance de sus empresas y productos.
Las autoridades cubanas consideran que su incorporación a la Ruta de la Seda, que posicionaría a China en "una subregión en crecimiento", es "una posibilidad de incrementar su influencia regional."
Rodríguez Parrilla aseguró que las políticas chinas relacionadas con el intercambio económico, comercial y de inversiones en los países del sur son "altamente apreciadas", porque son "respetuosas del derecho internacional, la independencia y la soberanía de los países."
Desde el punto de vista geopolítico, la iniciativa de Pekín busca que el país asiático reduzca su dependencia de una salida al Pacífico rodeada de territorios aliados de Estados Unidos, por lo que el ofrecimiento del Gobierno cubano tiene que ver con el estrechamiento de una alianza en la que La Habana espera obtener beneficios.
La oficial Agencia Cubana de Noticias recordó que durante la visita a China del gobernante cubano Miguel Díaz-Canel, en noviembre de 2018, este firmó un memorando de entendimiento entre ambos gobiernos para el incremento de la cooperación en el marco de la iniciativa de la Franja Económica de la Ruta de la Seda y de la Ruta Marítima de la Seda del siglo XXI.
Gladys Bejerano Portela, vicepresidenta del Consejo de Estado cubano, quien asistió en representación de su Gobierno al Foro Ruta de la Seda Transparente, que sesionó como parte del II Foro de la Franja y la Ruta de la Seda para la Cooperación Internacional, en abril pasado, dijo que La Habana está dispuesta a contribuir para que la iniciativa "crezca robusta, con eficiencia, transparencia y probidad ética".
A inicios de este mes, el propio Rodríguez Parrilla ofreció a Huawei y otras empresas chinas "oportunidades de negocios adicionales" en Cuba, según informó Xinhua.
"China tendrá toda la solidaridad cubana", añadió el funcionario. Las compañías chinas, como Huawei y ZTE, tendrán "abiertas las puertas de nuestra economía y encontrarán en Cuba oportunidades de negocios adicionales", aseguró.
"Tenemos relaciones y negocios tradicionales con Huawei, y Cuba tiene toda la confianza en la tecnología china y en esta compañía en particular. Continuará sus negocios con toda normalidad", añadió.
El Gobierno de Donald Trump considera al gigante tecnológico Huawei una amenaza para la seguridad occidental, y lo acusa de ser capaz de extraer de los dispositivos de comunicación que fabrica datos confidenciales para Pekín.
China es el principal socio comercial de La Habana, tras desbancar a Venezuela.