Vicepresidenta de Parlamento Europeo pide cambio de política hacia Cuba

Diputados del Parlamento Europeo exigen claridad en las posturas del bloque hacia el régimen cubano, luego de que su embajador en la isla se tomara libertades que no le corresponden como funcionario.
Dita-Charanzová
 

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La vicepresidenta del Parlamento Europeo, Dita Charanzová, calificó de “paso positivo” el reconocimiento de errores en la embajada del bloque en La Habana, pero pidió un cambio de política hacia Cuba.

“Es importante que la política de la Unión Europea (UE) hacia Cuba sea clara y no se vea debilitada por las opiniones personales de los funcionarios. Tiene que haber un cambio de nuestra política hacia Cuba”, agregó la alta funcionaria a Radio Martí.

El alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, admitió este miércoles que se han cometido errores en la delegación del bloque en Cuba, luego de reunirse con el embajador en la isla, Alberto Navarro.

Navarro fue llamado a contar a Bruselas luego que decenas de eurodiputados criticaran su apoyo a una petición de levantamiento de sanciones de Washington a la isla, por medio de una carta dirigida al presidente estadounidense Joe Biden.

“Sí que he tenido ocasión de reunirme [con Navarro] (...). Es evidente que se han producido errores, pero hay que valorarlos en su justo término y cuando la valoración esté terminada, contestaré a los diputados”, dijo Borrell este miércoles en una rueda de prensa sobre la ayuda humanitaria de la UE en el contexto de la pandemia.

El jefe de la diplomacia europea se limitó a confirmar que ya se ha reunido con Navarro y que está evaluando su actuación, pero evitó comentar el contenido del encuentro.

La semana pasada una fuente autorizada del Servicio Europeo de Acción Exterior confirmó a Radio Televisión Martí que Borrell “solicitó de inmediato” al embajador Navarro que viniera a Bruselas y que se tomaban “este asunto muy en serio”.

La fuente agregó que Navarro debía “proporcionar explicaciones detallando este asunto en reuniones con el Servicio Europeo de Acción Exterior”.

La misiva en cuestión fue publicada por La Joven Cuba y pide a Biden que “comience a desmantelar el sistema de sanciones que continúa afectando al pueblo cubano”, en ella aparece Navarro en el número 25 de la lista de casi 800 firmantes.

La postura del embajador sobre el cese de las sanciones de Washington fue respaldada por unos 25 eurodiputados comunistas, verdes y socialistas quienes rechazan el pedido de destitución.

La misiva que publicó “La Joven Cuba” pide a Biden que “comience a desmantelar el sistema de sanciones que continúa afectando al pueblo cubano”, en ella aparece Navarro en el número 25 de la lista de casi 800 firmantes.

Según denunciaron los eurodiputados críticos de la acción, la mayoría de derechas, Navarro intentó que se sumaran a la carta los embajadores de otros países de la UE y aseguraron que, en el pasado, este evitó que personas galardonadas con el premio Sájarov a la libertad de conciencia que otorga cada año el Parlamento Europeo participaran en actos organizados por la delegación de la UE en Cuba.

Recientemente, en declaraciones al medio independiente Cubanet, Navarro dijo que para él “Cuba no es una dictadura”. También evitó referirse al estado de la democracia, las libertades y los derechos humanos en la isla porque, según dijo, no le correspondía hacer esos juicios.

Por otra parte, negó que hubiese dado autorización para firmar una carta de intelectuales y activistas cubanos, con posiciones cercanas al castrismo, que pedía el fin del bloqueo y que el presidente Biden diera concesiones unilaterales al régimen. “Yo no he firmado esa iniciativa, yo no sé por qué hay gente que dice eso”, replicó.

En julio de 2020, en entrevista al oficialista Cubadebate, el diplomático dijo que “cuando pase la pandemia, una de las huellas que van a quedar es este ejemplo de solidaridad que está dando Cuba”, y mencionó la presencia de doctores cubanos en zonas de Europa como el norte de Italia, entre otras, lo que es un lucrativo negocio del castrismo criticado en la ONU como “trabajo forzoso”.

 

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