Un cubano exiliado que se atrinchera, armado hasta los dientes, en su taller de carpintería para impedir que éste le sea embargado por falta de pagos. Mientras espera la llegada de la policía se dirige, a través de Facetime, a todo el que quiera escucharlo para explicar las razones por las que piensa enfrentarse a las autoridades. Su relato se entrelaza con el de tres de sus amigos (un crítico de arte, un buscavidas y una psicóloga argentina) para ofrecer un fresco de la vida contemporánea de una comunidad latina a orillas del río Hudson, de un grupo de exiliados y de hitos de la historia política y cultural del continente americano.
Esta es la sinopsis de "Turcos en la niebla", novela con la que el escritor cubano Enrique del Risco se proclamó el pasado mes de noviembre ganador del XX Premio Unicaja de Novela Fernando Quiñones, dotado con 30 mil euros.
La novela de este cubano, que vive en Nueva York desde hace más de 20 años, ha impresionado al jurado porque "recupera un lenguaje perdido", así como por "su decidida crítica al castrismo, al exilio y al postcastrismo que da cuenta de la realidad experimentada por el colectivo humano de los exiliados aún en contra de sus propias expectativas".
Enrique del Risco Arrocha (La Habana, 1967) ha publicado entre otros títulos de narrativa 'Pérdida y recuperación de la inocencia' (1994), 'Leve Historia de Cuba' (2007), '¿Qué pensarán de nosotros en Japón?' (2008), con el que obtuvo el V Premio Iberoamericano de Relatos 'Cortés de Cádiz'. Su tesis de doctorado apareció publicada bajo el título 'Elogio de la levedad. Mitos nacionales cubanos y sus reescrituras literarias en el siglo XX' (2008).
Sus libros más recientes son 'Siempre nos quedará Madrid' (2012) y 'Enrisco para presidente' (2014). Posee una licenciatura en Historia del Arte por la Universidad de La Habana y un doctorado de literatura latinoamericana por la Universidad de Nueva York, donde trabaja como 'lecturer'.
Entrevistado recientemente por el diario El País, el escritor ha asegurado que "Cuba es uno de los mayores yacimientos de silencio del planeta" y que "interesa más como modelo que como realidad".