Un doblete inédito en los campeonatos de España en pista cubierta de Orense (60 metros lisos y con vallas) y cuatro victorias en sus cuatro carreras al aire libre, una vez liberado del confinamiento, dibujan una trayectoria deslumbrante del cubano Orlando Ortega en el año de la pandemia.
El jueves pasado Ortega, nacionalizado en el país europeo y declarado mejor atleta español del año 2019, logró en Marsella su cuarta victoria internacional consecutiva en 110 metros vallas. Antes había ganado en Mónaco (con la mejor marca mundial del año, 13.11), cinco días después en Székesfehérvár (Hungría) y el 25 de agosto en Chorzow (Polonia).
Su brillante campaña se detiene, sin embargo, justo una semana antes de los campeonatos de España, que el próximo fin de semana celebrarán su centenario con un formato multisede en Madrid.
"Así finalizamos una difícil y corta temporada pero a la vez muy satisfactoria y llena de buenas sensaciones de cara al próximo año, con un objetivo claro, Tokio 2021", escribió Ortega en Twitter después de su última victoria.
Las reacciones en el mundillo atlético español se dividen entre quienes apoyan su decisión de saltarse los nacionales, y los críticos que le achacan falta de compromiso con el atletismo español justo cuando, en plena crisis por la pandemia de la COVID-19, más necesita de las grandes figuras para mantenerse a flote.
"Este año no podrá ser, me hubiera encantado, la verdad, pero el próximo año es muy importante para mi carrera deportiva", fue la respuesta de Orlando a quienes le pedían explicaciones.
El vallista, nacido hace 29 años en Artemisa (Cuba) y nacionalizado español en 2015, sabe que se encuentra en el momento decisivo de su carrera, en plena madurez como atleta, y se ha propuesto preparar minuciosamente su nuevo ataque al podio olímpico. En Río 2016 consiguió la medalla de plata, ahora quiere el oro.
Lea también
"Soy muy ambicioso. Tengo una medalla de plata en unos Juegos y ahora, ¿por qué no una de oro?. Los Juegos son el mejor evento del mundo y ya estar en la villa rodeado de otros deportistas es algo muy bonito. Con una medalla son más bonitos todavía", afirmó Ortega después de su insólito doblete en los nacionales de Orense.
Si el coronavirus, finalmente, lo permite, los de Tokio serán sus terceros Juegos. En los primeros, Londres 2012, fue sexto representando a Cuba; en Río 2016, ya con bandera española, subcampeón.
Orlando ha dejado entrever una futura incursión en la prueba de 200 metros, sin descuidar las vallas. "Es el segundo evento que más me gusta del atletismo, después de las vallas. Quiero intentarlo, no ir a competir. Hay que hacer la marca mínima olímpica de 20.24 primero y luego ver el ránking mundial. Si sale, quiero hacer dos competencias mínimo de 200 metros antes de los Juegos", apuntó.
El 9 de julio pasado, el atleta Orlando Ortega desmintió a quienes le acusan de falta de compromiso, al escenificar un show en el estadio madrileño de Vallehermoso, una carrera de 150 metros frente a una de las promesas del atletismo español, Ignacio Sáez, plusmarquista nacional sub-18 de 400 en sala con un crono de 47.86. Venció Ortega (15.57 frente a los 16.16 del juvenil), pero lo importante era dar visibilidad al atletismo en tiempos de tribulación.
Del calendario 2020 habían desaparecido, no sólo los Juegos Olímpicos -retrasados a parecidas fechas del 2021-, sino también los Europeos de París, además de gran parte de la Liga de Diamante, en la que Ortega ha ganado dos veces el "pedrusco" en 110 m vallas.
Pudo competir, no obstante, el 14 de agosto en la Diamond League de Mónaco, donde venció con una marca de 13.11, hasta ahora la mejor mundial del año, frente a rivales de mucho rango, como el estadounidense Grant Holloway, actual campeón del mundo.
Volvió a derrotar al norteamericano cinco días después en la localidad húngara de Szekesfehervar, con un tiempo de 13.21, y el 25 de agosto Orlando volvió a ganar, esta vez en la ciudad polaca de Chorzow, con un tiempo de 13.25 segundos.
Su última comparecencia en lo que va de año se produjo el pasado jueves, 3 de septiembre, cuando se impuso en el mitin de Marsella, con un registro de 13.15, a los franceses Wilhem Belocian (13.27), y Pascal Martinot Lagarde (13.64), actual campeón de Europa.
Una trayectoria impecable en el "annus horribilis" del deporte mundial. Ortega, a menos que las presiones le induzcan a cambiar de opinión, ha resuelto recoger sus bártulos y dar por concluida su campaña sin esperar a los Nacionales para dirigir la mirada nuevamente a Tokio.