La segunda jornada de la Eurocopa dio un gran susto a jugadores y amantes del fútbol en todo el planeta luego de que la estrella danesa Christian Eriksen se desplomase en pleno partido y hubiera que aplicarle técnicas de reanimación.
Corría el minuto 44 del juego que enfrentaba en la llave B a los combinados de Finlandia y Dinamarca cuando Eriksen, centrocampista del Inter de Milán, actual campeón de la Serie A italiana, desfalleció y se desplomó sobre el suelo.
Todo ocurrió rápido y fue muy confuso, haciendo temer lo peor. Afortunadamente, según sendos comunicados de la UEFA y la Federación danesa de fútbol, el jugador está despierto y se encuentra estable y consciente, aunque permanecerá hospitalizado para la realización de más exámenes que permitan determinar qué ocurrió y cuál es con exactitud su estado de salud.
“Christian Eriksen respira y puede hablar. Está despierto”, detalló Martin Schoots, agente del jugador, a NPO Radio1, mientras que Giuseppe Marotta, CEO del Inter de Milán, declaró tras recibir información desde el hospital donde está Eriksen que existe un “optimismo cauteloso” en cuanto a su salud.
Lo vivido por el jugador ha conmocionado al planeta fútbol, cuyos más ilustres ídolos y representantes han externado su apoyo y solidaridad, así como sus deseos de pronta recuperación.
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El partido entre Dinamarca y Finlandia fue suspendido tras lo ocurrido, pero un reciente comunicado de la UEFA informa que será reanudado a las 20:30 horas (14:30 hora de Cuba) por petición de los jugadores de ambos equipos, luego de conocer que su compañero se encuentra estable.
De 29 años, Eriksen no es el primer futbolista que desfallece en un partido de élite. La muerte del futbolista Antonio Puerta en agosto de 2007 obligó a los clubes españoles de categoría profesional -Primera y Segunda División- a concienciarse de la necesidad de realizar controles cardiovasculares a sus futbolistas.
Según los especialistas, el entrenamiento intenso puede acelerar las cardiologías cardíacas hereditarias, principal causa de muerte súbita, una pérdida repentina del conocimiento que requiere maniobras de reanimación en deportistas menores de 35 años.
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Tal pérdida de conocimiento debido a un sobreesfuerzo físico es el principal síntoma de riesgo de poder sufrir una muerte súbita, y es por ello por lo que todo deportista que sufre un desfallecimiento debe ser inmediatamente valorado por un cardiólogo, quien debe valorar la conveniencia o no de que el interesado siga practicando deporte.
Así lo reportó EFE en 2010, a propósito de un Congreso de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) que trató el tema de la muerte súbita y el deporte.
En el caso de Eriksen, habrá que esperar los resultados de los exámenes para conocer cuál fue el alcance de su desfallecimiento y si incidirá en su exitosa carrera deportiva. El mundo de fútbol respira aliviado porque está estable y el peor escenario posible quedó atrás.
