El gimnasta cubano Manrique Larduet está siendo apartado de los entrenamientos por el régimen y ya deja entrever la posibilidad de retirarse prematuramente o irse del país, según la lectura que se haga de las palabras que dejó en su perfil de Facebook.
“No hay mal, que por bien no venga. Así le digo a los frustrados que no dejan avanzar, solo por dolor al vernos brillar. Si algún día me voy de mi carrera deportiva me iré contento del legado que dejo. Saber que puse a toda CUBA contenta en cada una de mis participaciones. Saber que soy un orgullo para mi pueblo, mi barrio, familia y más de mi padre, que gracias a sus consejos pude lograr muchos títulos en mi deporte. Recuerdo que a los 15 años quería ser un artista de circo, la gimnasia me gustaba, pero por diversión, no como compromiso”, empezó diciendo el mejor gimnasta que ha dado la isla a nivel mundial.
“El camino a mis sueños trazados cada vez se hace más difícil. Por mucho que yo quiera, solo, no podré lograr grandes cosas. No he visto a un futbolista ganar contra once jugadores, no he visto un niño que aprenda hablar sin que nadie se lo haya enseñado, no he visto un dueño de un restaurante hacer todos los empleos de su oficio, no he visto un presidente dirigiendo un país sin la ayuda de sus ministros. Con esto digo, que solo es imposible y sin apoyo mucho menos”, agrega Larduet sobre la situación en la que el Movimiento Deportivo cubano le ha dejado sin razón aparente.
“Podré tener la motivación al 3000%, pero todo no se puede dejar al sacrificio. Si algún día todo cambia y sale otro gimnasta cubano como yo o mejor, de seguro estoy, que donde quiera que me encuentre, lo buscaré y le daré la mano por su buen trabajo realizado. Si algún día me voy, me voy GRANDE”, termina diciendo el destacado gimnasta cubano.
A finales de noviembre, Larduet volvió a avisar por redes sociales que sus entrenamientos con vistas a los Olímpicos de Tokio 2021 peligraban porque siguen limitándolo a él y su entrenador Carlos Gil de la preparación requerida. Como a Larduet no lo han podido silenciar y el gimnasta ha seguido contando en redes sociales su situación, el régimen hace lo de siempre, apartarlo, ningunearlo.
Larduet había dicho que confiaba en que llegaría un resultado olímpico junto a su entrenador porque “me siento dispuesto para luchar, pero nuestro deporte se pone cada vez más difícil y tiene que ser con tu ayuda”. Su entrenador Carlos Gil de inmediato respondió en otro mensaje en redes que “ojalá te tuviera delante para darte ese abrazo que te tengo guardado, siempre te dije que yo iba a estar aquí listo para lo que necesites”.
Al parecer las opiniones de Larduet no gustaron a la cúpula directiva del INDER, ni el entrenador Gil ha sido “perdonado” por sus “grandísimos” errores, los mismos que llevaron al equipo masculino de gimnasia de Cuba a competir en primera línea con las principales potencias en este deporte.