El pelotero cubano Yulieski Gourriel continuará en los Astros de Houston durante 2022 luego de que la franquicia hiciese efectiva esta semana la cláusula del contrato que le permitía seguir contando con los servicios del espirituano por un año adicional a cambio de ocho millones de dólares.
Al respecto, el inicialista y vigente líder de bateo de la Liga Americana se dijo en Twitter muy contento por la posibilidad de seguir vistiendo la franela del equipo texano, con el que firmó tras abandonar Cuba para jugar en la “Gran Carpa” y obtuvo el título de la Serie Mundial de 2017, el único en la historia de la franquicia.
“Feliz y agradecido de que vestiré la chaqueta de los Astros de nuevo en el 2022. Seguiremos mejorando y batallando”, escribió Gourriel en la referida red social, donde también afirmó que la temporada de este 2021, pese a haber caído en la final frente a los Bravos de Atlanta, fue “súper especial”.
Los Astros de Houston ya habían renovado en septiembre de 2020 el contrato del pelotero cubano tras haberlo firmado como agente libre en julio de 2016. Le ofrecieron un año más una opción de extensión para otra temporada en 2022, la cual decidieron hacer efectiva ante el buen rendimiento del atleta durante la campaña regular.
Gourriel, que no tuvo una buena temporada en el torneo corto de 2020, fue líder de bateo de la Liga Americana este 2021 con un average de 319. También destacó por sus 81 carreras empujadas y 59 boletos, apartado este último en el que registró una marca personal.
En el apartado defensivo fue finalista para el guante de oro en la primera base, cojín al que tuvo que adaptarse tras una larga carrera como antesalista o camarero en Cuba.
Pese a haber llegado a las Grandes Ligas con 32 años, Gourriel ha trazado una buena carrera en cinco temporadas, todas con los Astros. La franquicia ha sido la más estable y dominante del último lustro, con el título de 2017 y la comparecencia en otras dos series mundiales (2019 y 2021) como principales cartas de presentación.
Gourriel llegó a Estados Unidos tras haber participado en 15 temporadas de la Serie Nacional de Cuba como miembro de las novenas de Sancti Spíritus (2001-2013) e Industriales (2014-15), y en una de la Liga Central de Japón para los DeNA BayStars de Yokohama, en 2014.
Entre ambas competiciones, el nativo de Sancti Spíritus registró un promedio de bateo de por vida de 335, con 250 jonrones, 1018 remolcadas, 121 bases robadas y un porcentaje de embase más slugging (OPS) de 997.