El huracán Laura mantuvo su fortalecimiento este martes en su avance por el Golfo de México al encuentro con la costa de Luisiana y Texas, donde, según los pronósticos meteorológicos, llegará este jueves con vientos máximos sostenidos de 185 kilómetros por hora y capacidad para “poner en peligro vidas humanas”.
Después de dejar Cuba, donde causó importantes destrozos materiales, pero no muertes como sí hizo en República Dominicana y Haití, Laura se adentró en el Golfo de México y al poco tiempo ya era huracán de categoría 1, lo que ha obligado a ordenar la evacuación de más de medio millón de personas en la costa sur estadounidense.
Las cálidas aguas de este golfo, con temperaturas superiores a los 25 grados, son el combustible para que el huracán se fortalezca en su recorrido hacia el oeste-noroeste y llegue a Estados Unidos al menos con categoría 4 (el máximo es 5).
Es un recorrido similar al que acaba de realizar Marco, que por el contrario perdió la fuerza de huracán y llegó degradado este lunes a la misma zona de la costa estadounidense que el jueves va a sufrir el embate de Laura.
Los expertos están ya comparando a Laura con Harvey, un huracán de categoría 4 que causó inundaciones catastróficas y produjo daños por 125.000 millones de dólares en Texas y Luisiana por estas mismas fechas en 2017.
Se formó el 17 de agosto y no se disipó hasta el 2 de septiembre de 2017 y se calcula que causó un centenar de muertes directas e indirectas.
Prepárense para lo peor
El director del Centro Nacional de Huracanes (NHC), Ken Graham, habló con The Weather Channel, un canal de información meteorológica, y aseguró que “esto es algo que supone una amenaza para la vida humana” y el impacto se va a sentir a kilómetros de distancia del lugar donde toque.
La jueza Lina Hidalgo, del condado texano de Harris, pidió en una rueda de prensa a la población que no se dedique a comparar tormentas y “se prepare para lo peor”.
“Cada tormenta es diferente, esta no es Harvey ni Imelda, es Laura. Cada tormenta es diferente”, subrayó.
Para la jueza, lo más importante es “guarecerse de los vientos y tomar medidas para que la crecida del agua no te alcance”.
Hay diversas órdenes de evacuación obligatoria en la zona, la más reciente en la ciudad texana de Galveston y se ha declarado el estado de emergencia en varios condados de Texas y en Luisiana.
A las 4 a.m., el centro del huracán Laura se encontraba a unas 315 millas (510 km) al sur-sureste del lago Charles, La. Según el último comunicado del NHC, se está moviendo hacia el noroeste cerca de 15 mph (24 km / h) y este movimiento general debería continuar hoy, y se pronostica un movimiento hacia el noroeste esta noche. Laura debería acercarse a las costas de Texas y al suroeste de Luisiana este miércoles en la noche y moverse hacia el interior cerca de esas áreas.
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Los datos del satélite indican que los vientos máximos sostenidos han aumentado a cerca de 110 mph (175 km / h) con ráfagas mayores -un huracán de categoría 2 en la escala de viento del huracán Saffir-Simpson. Laura se está convirtiendo en un gran huracán. Los vientos de fuerza de huracán se extienden hacia el exterior hasta 70 millas (110 km) del centro y los vientos de fuerza de tormenta tropical se extienden hacia el exterior hasta 175 millas (280 km). Se prevé que Laura se convierta en un huracán de categoría 4 hoy, y se espera que sea un gran huracán en tierra.
Había dejado de ser una amenaza para los Cayos de Florida y Cuba, que ya no están incluidos en los avisos y alertas del NHC por el paso de un ciclón.
Siguen vigentes y se han incorporado algunos de esos avisos para zonas determinadas de Texas, Luisiana y Misisipi.
Inundaciones, el gran temor
El gran miedo que genera Laura son las inundaciones, pues la zona que va a sufrir sus embates es proclive a ese problema y con la marejada ciclónica que va a producir el huracán combinada con las lluvias es altamente probable que se produzcan.
Hay órdenes de evacuación de más de 385.000 residentes de las ciudades de Beaumont, Galveston y Port Arthur (Texas) y también de unas 200.000 de Calcasieu (Luisiana), donde se prevé marejada ciclónica, las mayores durante la pandemia de la COVID-19.
El NHC advirtió que la subida del nivel del mar y la entrada de agua en la tierra será mayor a lo largo de la zona de costa donde Laura toque tierra y que además se producirán “grandes y destructivas olas”.
Desde el parque estatal Sea Rim (Texas) hasta Intracoastal City (Luisiana) el agua puede llegar a una altura de 2,7 a 3,9 metros. Es el máximo previsto en toda la zona.
Cuando aterrice Laura será un huracán mayor, el primero de esta temporada ciclónica en el Atlántico que se ha pronosticado que va a ser muy activa, con hasta 25 tormentas con nombre, de las cuales de 7 a 11 podrían convertirse en huracanes y hasta seis de ellos muy poderosos.
Hasta ahora se han formado 13 tormentas, de la cuales cuatro han sido huracanes: Hanna, Isaias, Marco y Laura.
Los vientos de fuerza de huracán de Laura de sienten hasta 75 kilómetros del centro y los de tormenta tropical, más débiles, hasta 280 kilómetros.
Las lluvias de Laura van a afectar todavía a la parte occidental de Cuba y en toda la zona del Golfo, y las marejadas en parte de Cuba, las Bahamas centrales y los Cayos de Florida, la costa oeste de Florida y el noroeste y la costa central del Golfo.
(Con información de EFE)