Los organizadores de la noche más importante del cine en Hollywood han confirmado al portal especializado Variety que los nominados, sus invitados, los presentadores de los premios y otros asistentes no tendrán que cubrirse la nariz y la boca mientras se encuentren delante de las cámaras.
Sin embargo, en los momentos en que no participen directamente en la retransmisión de la entrega de premios, se les indicará que deben llevar puestas sus mascarillas para reducir el riesgo de contagio. En la práctica, esta medida implica que deberán hacerlo por ejemplo durante las pausas publicitarias.
El objetivo de este plan de acción que se acaba de hacer público es garantizar que los Óscar sigan siendo un espectáculo televisivo atractivo para la audiencia. También se han puesto en marcha una serie de medidas adicionales para garantizar la seguridad de todos los asistentes a las que se ha destinado un tercio del presupuesto total del evento.
Este año el aforo se verá limitado a 170 personas, y los miembros del público se irán rotando. Por otra parte, todos los invitados han recibido instrucciones de someterse a un mínimo de tres pruebas de la Covid-19 en los días previos a la ceremonia y se les comprobará la temperatura antes de permitirles la entrada al teatro Dolby.
La alfombra roja también sufrirá cambios, ya que será mucho más reducida que en años anteriores, y los ganadores de la estatuilla dorada tienen previsto dar conferencias de prensa virtuales después de su triunfo.