El artista canadiense The Weeknd brilló en el espectáculo de entretiempo del Super Bowl, la final de fútbol americano de Estados Unidos, con un impactante espectáculo lleno de alegorías que, por primera vez, no se desarrolló desde el campo de juego.
Tras los primeros dos tiempos del partido entre los Kansas City Chiefs y los Tampa Bay Buccaneers, toda la atención se enfocó en las gradas del Raymond James Stadium, de Tampa (Florida), donde The Weeknd, vestido con una chaqueta roja de lentejuelas sobre un atuendo monocromático en negro, comenzó la presentación con una mezcla de sus principales éxitos.
Este año, la Super Bowl no ha sido como siempre debido a las restricciones derivadas de la pandemia por la Covid-19. Con un 30% del aforo del estadio, la mayoría del público tuvo que seguir el partido desde casa.
Abel Tesfaye, el nombre real de The Weeknd, era consciente de que eso afectaría a su espectáculo y por eso invirtió 7 millones de dólares de su bolsillo para lograr un show mágico que de todas maneras el público calificó de aburrido.
Hay quienes desde las redes sociales encontraron que el espectáculo de luces que The Weeknd presentó era aburrido e insulso, sin golpes de efecto ni sorpresas más allá de la escenografía iluminada y las decenas de bailarines con la cara tapada que le acompañaron, incluso los memes se cebaron con él.
Mientras en el pleno deportivo, el mariscal de campo Tom Brady se consagró este domingo como el mejor de todos los tiempos al liderar a los Tampa Bay Buccaneers al triunfo de 31-9 frente a los Kansas City Chiefs y proclamarse campeones del Super Bowl LV.
Brady, de 43 años, que disputó su décimo Super Bowl como profesional, los nueves anteriores con los New England Patriots, logró su séptimo título de campeón, la mejor marca de todos los tiempos en la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), y su quinto premio de Jugador Más Valioso (MVP) del partido.
(Con información de EFE)