Desoyendo las medidas de prevención giradas por la OMS y por su propio Gobierno para prevenir el coronavirus, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, participó el domingo en una marcha que reunió a sus partidarios para protestar contra el Poder Judicial y Legislativo, informó este lunes el portal Infobae.
A pesar del riesgo de participar en actividades masivas, que han sido suspendidas en buena parte del mundo, Bolsonaro alentó a miles de brasileños a salir a las calles para que lo apoyaran en el mano a mano que mantiene con jueces y legisladores, que han bloqueado algunas medidas que él ha querido impulsar.
“Eso no tiene precio (...). No es un acto contra nada, es un acto a favor de Brasil”, afirmó el mandatario, quien retransmitió parte de la protesta en directo en Facebook y fue recibido por la multitud a las puertas del palacio presidencial.
Brasil se prepara para un aumento de casos, que aún son relativamente bajos, unos 200.
La semana pasada el mandatario restó importancia el impacto del coronavirus, y ahora que sale a las calles y alienta a la gente salir, fue criticado desde varios frentes.
Joao Doria, el gobernador de Sao Paulo, la región más rica y poblada de Brasil, consideró que la participación de Bolsonaro en la protesta fue “inadecuada e impropia”.
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Bolsonaro se defendió este lunes de las críticas y sostuvo que su obligación en estos momentos es “estar con el pueblo”.
“Si el pueblo va a la puerta del Palacio (presidencial) yo tengo que estar junto al pueblo, tengo que demostrar que estoy con ellos”, dijo el mandatario en una entrevista con la radio Bandeirantes.
Brasilia, Rio de Janeiro y Sao Paulo fueron las ciudades que sumaron más participantes a las marchas.
Bolsonaro se abrazó a cientos de personas a las puertas del palacio presidencial, detalló el reporte de Infobae.
“Me estoy sintiendo muy bien”, aseguró Bolsonaro, quien confirmó además que este martes se someterá a un nuevo examen para descartar toda sospecha de coronavirus, luego de que la semana estuvo bajo observación ante la posibilidad de que lo hubiera contraído.
El gobernante aseguró que Brasil está “preparado” para la amenaza que representa el COVID-19, del cual se han registrado hasta ahora unos 200 casos en el país, sin ninguna muerte.
Aún así, reconoció que “habrá dificultades” y adelantó que el Gobierno ya ha alertado a las Fuerzas Armadas frente a la posible necesidad de tener que instalar “hospitales militares de campaña” en varias regiones del país.