El vocero del régimen Manuel Hernández Lagarde, director del sitio estatal CubaSí, llamó "mercenarios de las redes" a los internautas cubanos que han comenzado a abogar por que el monopolio de las telecomunicaciones de la Isla, Etecsa, rebaje las tarifas de conexión a internet.
En medio de la pandemia de coronavirus que ha obligado a los cubanos a permanecer en sus casas, y que ha conllevado a la suspensión de clases, actividades laborales no esenciales y al cierre parcial del país, los cubanos han pedido nuevas tarifas a Etecsa, una medida que permitiría mayor acceso a la información, así como la posibilidad de poner en práctica el teletrabajo y el estudio a distancia.
Como de costumbre, Lagarde atacó a los internautas cubanos: "Después de intentar presionar al Gobierno para que llevara a cabo un confinamiento anticipado que paralizaría el país en medio de la hecatombe del coronavirus, los mercenarios de las redes ya han anunciado su próxima 'humanitaria' campaña en Twitter: pedirle a la empresa de comunicaciones cubana, Etecsa, que baje los precios de internet para que los cubanos, en esta terrible circunstancia, puedan comunicarse con sus familiares y amigos en el exterior".
El funcionario castrista también aludió a la etiqueta #BajenLosPreciosDeInternet, impulsada por los cubanos en Twitter, aunque nunca la mencionó de manera directa.
"La campañita, por cierto, no tiene nada de novedosa. En junio del año pasado ocurrieron varios tuitazos con la misma intención, aunque entonces los cubanos no 'iban a morir en masa', víctimas de una epidemia mundial, y por tanto, no tenían por qué despedirse de nadie".
"La maniobra entonces estuvo encabezada por los mismos hipócritas samaritanos de hoy", dijo, y citó un artículo anterior de CubaSí en que ataca a la bloguera y periodista cubana Yoani Sánchez.
"El fin de entonces, como el de ahora, es el mismo: manipular descaradamente una de las principales demandas de la población que el Gobierno, por razones económicas, no puede satisfacer en su totalidad, en primer lugar, por el férreo bloqueo [embargo] que nos imponen los mismos que sufragan sus 'humanitarias' acciones", se quejó.
A partir de ese punto, Lagarde intentó convencer a sus lectores de los motivos por los que Cuba no rebaja las tarifas de internet, constantemente criticadas por exageradas en un país donde el salario medio no supera los 30 dólares.
"En más de una ocasión, los funcionarios del Ministerio de Comunicaciones le han explicado a la opinión pública que el aumento de la conexión a internet en la Isla depende de costosas inversiones y que los precios de la misma funcionan como un regulador de la saturación comunicativa", dijo.
"Si se rebajaran los precios en Cuba ahora, o se pusiera el acceso a internet libre, simplemente sería imposible comunicarse", justificó.
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A pesar de la reprimenda de Lagarde, el confinamiento derivado de las medidas del régimen cubano para hacer frente a la pandemia de coronavirus ha provocado que los internautas cubanos sigan reclamando nuevas tarifas de internet.
Este lunes el youtuber cubano Daguito Valdés escribió en su cuenta de Twitter: "Si yo fuera Etecsa bajaría a 0,30 CUC la hora del (servicio de navegación) Nauta; bajaría al 50 % el precio todos los paquetes de datos; prorrogaría el pago de facturas telefónicas al menos un mes; y rebajaría a 0,20 CUC las llamadas por móviles".
"Son medidas viables y que han probado incluso (algunas) durante fechas especiales. Hablamos de #BajenLosPreciosDeInternet en #Cuba, no de 'REGALEN el Internet' porque no lo van a hacer nunca. ¡Seamos realistas porfa! Creo que sería un avance importante", añadió Valdés.
"Cuando el Gobierno enfrenta alguna crisis ―la coyuntura, por ejemplo― convoca al pueblo a ser solidario, a ahorrar, a dar botella, a no acaparar, a no subir los precios. Cuando es el pueblo el que pide que #BajenLosPreciosDeInternet, de por sí abusivos, entonces somos mercenarios", se quejó el usuario Cuenca... (@phobia82) al retuitear un enlace compartido por Etecsa.
Se trataba, tal como quedó registrado en capturas de pantalla, del texto de Lagarde. Sin embargo, poco después el monopolio estatal eliminó su propio tuit.