Agentes chinos difundieron mensajes en población de EE.UU para sembrar pánico

El New York Times citó a fuentes de inteligencia que revelaron la operación de Beijing, que difundió mensajes que decían: “la administración de Trump está a punto de bloquear todo el país”
 

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La guerra de China con Estados Unidos no es solo económica y diplomática. También hecha mano a las tecnologías digitales, y aunque eso ya lo sabíamos, ahora habría nuevas evidencias de la injerencia de Beijing en los hogares norteamericanos, según fuentes de inteligencia.

Mensajes alarmantes inundaron rápidamente, a mediados de marzo, las pantallas de los teléfonos móviles y en las redes sociales de millones de ciudadanos estadounidenses, quienes se enfrentaban al inicio de la pandemia de la COVID-19.

Los mensajes decían: la administración de Trump está a punto de bloquear todo el país. “Lo anunciarán tan pronto como tengan tropas para ayudar a prevenir saqueadores y alborotadores”, advirtió uno de los textos que citaba una fuente del Departamento de Seguridad Nacional.

“Recibió la llamada anoche y le dijeron que empacara y que estuviera preparado para la llamada de hoy con su despacho”, continuaba la narrativa apócrifa.

Las fake news impulsadas por los chinos se difundieron de tal manera, durante dos días, que el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca tuvo que emitir un anuncio para informar que eran “FALSOS”.


Desde entonces, las agencias de inteligencia han descubierto que la ola de pánico fue provocada por operativos chinos, quienes ayudaron a transmitir los mensajes a través de las plataformas. Seis funcionarios estadounidenses de agencias distintas hablaron, pero amparados en la condición de anonimato para discutir públicamente asuntos de inteligencia.

Las técnicas de amplificación son alarmantes para los funcionarios, pues la desinformación apareció en forma de mensajes de texto en los teléfonos celulares de muchos estadounidenses, una táctica que muchos dijeron que antes no habían visto. Esto ha estimulado a las agencias a buscar los mecanismos que naciones como China y Rusia están utilizando para difundir la desinformación durante la pandemia.

El origen de los mensajes sigue siendo turbio. Las fuentes norteamericanas se negaron a revelar detalles del trabajo de inteligencia que vincula a los agentes de Beijing con la difusión, ante la necesidad de proteger sus fuentes y métodos para monitorear a China.

Sus advertencias están respaldadas por hallazgos recientes de grupos de investigación bipartidistas externos, incluida la Alianza para la Seguridad de la Democracia y el Centro para una Nueva Seguridad Estadounidense, que se espera que publique un informe sobre el tema el próximo mes.

Dos de los funcionarios de EE.UU. aclararon que no creían que los agentes chinos hayan creado los mensajes, sino que amplificaron unos ya existentes. El trabajo de los espías asiáticos permitió que los mensajes llamaran la atención de suficientes personas para que luego se difundieron por su propia cuenta.

Los mensajes parecían ganar una atracción significativa en Facebook, ya que también proliferaban a través de textos, según un artículo de The New York Times.

Funcionarios estadounidenses dijeron que China, ayudándose de las estrategias implementadas por Rusia, ha estado tratando de profundizar la división política en los Estados Unidos.

 

 

Los chinos habrían adoptado algunas de las técnicas utilizadas por los trolls rusos, como la creación de cuentas falsas en las redes sociales para enviar mensajes a estadounidenses comprensivos, quienes sin saberlo ayudan a difundirlos.

También parece que los agentes están usando mensajes de texto y aplicaciones de mensajería cifradas, entre ellas WhatsApp, como parte de sus campañas. Es mucho más difícil para los investigadores y funcionarios rastrear la desinformación difundida a través de mensajes de texto y aplicaciones cifradas que en las plataformas de redes sociales.

Los oficiales de inteligencia estadounidenses examinan si los espías chinos enviados a las misiones diplomáticas en EE.UU. ayudaron a difundir los mensajes de bloqueo falsos, explicó un alto funcionario. En septiembre, el Departamento de Estado expulsó a dos empleados de la embajada en Washington porque eran sospechosos de este tipo de prácticas.

Sin embargo, la propaganda va más allá de mensajes de texto y publicaciones en redes sociales dirigidos a la población estadounidense. En China, los altos funcionarios han emitido directivas a las agencias para participar en una campaña de desinformación global sobre el virus, según informaron funcionarios estadounidenses.

Algunos oficiales de inteligencia están preocupados. Los mensajes enfatizan la idea de desunión entre las naciones europeas durante la crisis y elogian la “diplomacia de donación” de China. Por supuesto no se mencionan los informes de compañías chinas que entregan equipos de mala calidad.

Zhao Lijian, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, ha refutado las acusaciones de los funcionarios estadounidenses de que China ha difundido información manipulada. “Instamos a Estados Unidos a detener la manipulación política, poner en orden su propia casa y centrarse más en combatir la epidemia e impulsar la economía”, dijo en una conferencia de prensa el viernes.


El presidente Xi Jinping y el Partido Comunista Chino están tratando de virar la atención hacia el apoyo nacional e internacional y dejando de lado el hecho de que encubrieron información que permitió la propagación del virus.

Acusaron a Trump y a sus aliados de difundir información maliciosa, señalando que el presidente repetidamente se refirió al coronavirus como el “virus chino” o la sugerencia de algunos republicanos de que el virus pudo haberse originado como arma biológica, una teoría que han apoyado las agencias de inteligencia de EE.UU.

Dado el ambiente de información tóxica, los analistas de política exterior están preocupados de que la Casa Blanca politice el trabajo de inteligencia para promover una narrativa anti-China. Pero también ha quedado claro que desde hace más de un mes el gobierno chino impulsa la desinformación y las teorías de conspiración antiamericanas relacionadas con la pandemia. 

Zhao, el portavoz de la cancillería china, escribió en Twitter que el ejército de los EE.UU pudo haber llevado el virus en Wuhan. Ese mensaje fue amplificado por las cuentas oficiales de Twitter de las embajadas y consulados chinos.

Además, la televisión estatal China difundió un video en Oriente Medio donde un presentador árabe afirmaba que “algunos hechos nuevos” indicaban que la pandemia pudo haberse originado por infiltraciones estadounidenses en China. La red de TV tiene una audiencia de millones, y el video ha tenido más de 365 mil visitas en YouTube.

 

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