Coronavirus ha matado a más estadounidenses que la guerra de Vietnam

La cantidad de fallecidos por la COVID-19 en meses de pandemia, superó a las bajas producidas durante años por la Guerra de Vietnam, la más larga en la historia de Estados Unidos.
Mujeres afroamercianas caminan frente a banderas de Estados unidos. Foto: Getty Images
 

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La madrugada de este martes, la cifra de muertos en Estados Unidos por el avance de la pandemia del coronavirus llegó a más de 58 mil 360 (58 mil 471 al publicar esta nota), según las estadísticas de la Universidad Johns Hopkins, superando a la cantidad de bajas registradas durante toda la Guerra de Vietnam, la más dura que afrontó el país en su historia.

En solo unos tres meses, desde que notificaron la primera muerte en EE.UU. por la COVID-19 (29 de febrero), el número de vidas perdidas por la pandemia en suelo estadounidense, superó los 58 mil 220 de soldados que murieron en casi dos décadas en Vietnam (1955-1975), según cifras del Archivo Nacional.

Si bien el número de decesos por la enfermedad y el registrado durante la conflagración llamada también “Segunda Guerra de Indochina”, por ahora son similares, la tasa de mortalidad por el coronavirus es considerablemente mayor, situándose en unas 17,6 muertes por cada 100 mil habitantes.

El año más mortal para las Fuerzas Armadas de Estados Unidos en Vietnam fue 1968, con 16 mil 899 bajas y se registró, aproximadamente, la mitad de la tasa de la pandemia actual: 8,5 soldados cayeron en combate, por cada 100 mil residentes estadounidenses de aquella época.

La pandemia de coronavirus también ha estado marcada por un número de muertes en todo el país que supera los 2 mil diarios en seis jornadas de 24 horas este mes. La cifra diaria más alta para los estadounidenses que lucharon en la Guerra de Vietnam fue el 31 de enero de 1968, cuando 246 miembros del contingente militar cayeron durante la ofensiva del Tet.


Ambos sucesos son comparables también en cuanto al impacto que tuvieron en los medios de comunicación de Estados Unidos. La televisión trajo una guerra al otro lado del mundo por primera vez, donde estaban los hogares de las familias estadounidenses, predominantemente nacionalistas. Los reporteros, desde Vietnam, relataban el horror bélico en los partes de los noticieros nocturnos.

Por estos días, el “enemigo” es invisible y ataca silenciosamente en el propio suelo norteamericano. La información sobre la pandemia aparece y evoluciona minuto a minuto, todo el día.

A diferencia de los cinco mandatarios norteamericanos que alternaron el cargo durante el conflicto de Vietnam (desde Dwight Eisenhower hasta Gerald Ford) -quienes aparecieron ocasionalmente para referirse a la guerra-, el presidente Donald Trump ha comparecido diariamente en conferencias de prensa televisadas desde la Casa Blanca.

El paralelo más cercano al total de vidas perdidas hasta ahora por la pandemia en los EE. UU., puede ser la temporada de gripe 2017-2018, la más mortal en la última década. Hubo 61 mil muertes relacionadas con la influenza a nivel nacional reportadas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades durante un período de aproximadamente ocho meses.

Según los datos en tiempo real de la Universidad Johns Hopkins, el número global de personas contagiadas supera los tres millones, más de un millón de ellas en Estados Unidos, el país más afectado del mundo.

Su población de 330 millones de habitantes es mucho más grande que la de otros de los países severamente atacados, como Italia o España.

Deborah Birx, una de las expertas que lidera el equipo de la Casa Blanca en la lucha contra el virus, ha dicho que EE.UU. tiene “una de las tasas de mortalidad más bajas en el mundo”, menor que la de España, Italia, Francia, Bélgica y Reino Unido, informó BBC.

Un modelo predictivo de la Universidad de Washington, que suele ser citado por la Casa Blanca, estima que para el 4 de agosto en EE.UU. podrían haber muerto más de 74 mil personas por la COVID-19.

 

 

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