Los capítulos 5 y 6 de la serie documental The Last Dance, dirigida por Jason Hehir y dedicada a la última temporada de la superestrella Michael Jordan con los Chicago Bulls, dejó este domingo otra gran historia no contada sobre el mítico basquetbolista.
Casi al final de la temporada regular de 1997-98, los Bulls hicieron su última visita al Madison Square Garden, hogar de uno de los principales rivales que tuvo Jordan en su carrera, los New York Knicks.
Por tratarse de la que quizás sería su última visita al mítico edificio como jugador de los Bulls, Jordan decidió marcar recordar para siempre aquel partido al jugarlo usando las primeras zapatillas Air Jordan con que jugó en la NBA.
El escolta de los Bulls anotó 25 puntos en la primera mitad del encuentro, pero al llegar al vestuario en el descanso comenzó a pensar que quizás no fue una buena decisión usar unas zapatillas que eran una talla menos de la que calzaba en aquel entonces.
“Para el entretiempo, mis pies estaban sangrando, pero no me las quería sacar porque estaba teniendo un buen partido”, explicó Jordan en el documental transmitido por ESPN y Netflix.
Al corriente de la situación, el entrenador Phil Jackson debió esperar al último minuto de partido para poder sacar a Jordan del juego, quien salió ovacionado por el público de Nueva York, al que tantas veces privó del sueño de un campeonato, pero regaló momentos memorables.
“Es divertido volver aquí y jugar, y recordar algunos de los viejos tiempos y algunas de las cosas, algunos de los partidos que he tenido aquí, y los zapatos fueron parte de eso. Mis pies me están matando”, dijo la estrella al final del encuentro celebrado en marzo de 1998.
Cuando regresó al vestuario de los Bulls, cuenta el propio ex jugador en el documental, tuvo bastantes problemas para quitarse las zapatillas y, cuando lo logró, sus medias “estaban bañadas en sangre”.
La anécdota sirve al Hehir para ilustrar el gran alcance de la figura de Michael Jordan dentro y fuera de la cancha, cuyo principal elemento es la marca de calzado deportivo que todavía hoy lidera el mercado del baloncesto a nivel mundial.
Los capítulos de este domingo abundaron además en cómo la imagen pública del nacido en Carolina del Norte ayudó al equipo de baloncesto de Estados Unidos que participó en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, conocido como el Dream Team, a extender la fama de la NBA por todo el planeta.
Luego de haber conquistado su segundo campeonato de la NBA ante los Portland Trail Blazers, Jordan condujo a un equipo plagado de estrellas, como Magic Johnson, Larry Bird, su amigo Charles Barkley y los pívots David Robinson y Patrick Ewing, a la gloria olímpica.
Este sería el punto de partida para el despegue definitivo en su carrera como deportista y, a su vez, como personaje público de fama universal, etapa a la cual estarán destinados los siguientes capítulos de la serie documental.