Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, anunció este viernes su plan para producir y distribuir una vacuna contra el coronavirus y nombró oficialmente al equipo de trabajo que llevará adelante la "Operación Velocidad Warp", como le llamó el mandatario.
Trump puso a Moncef Slaoui, un exejecutivo farmacéutico, a la cabeza de su plan y dijo que "será una operación de un tamaño nunca antes visto desde la Segunda Guerra Mundial".
De acuerdo con el mandatario, actualmente Estados Unidos ensaya 14 potenciales vacunas contra la COVID-19, de las cuales se empezarán a desarrollar dosis para probar su efectividad en los próximos meses, precisó la agencia de noticias EFE.
Tanto el presidente como los asesores de la Casa Blanca esperan producir vacunas contra el coronavirus con una rapidez que muchos científicos no consideran realista. La Administración Trump pretende tener 300 millones de dosis para distribuir entre los estadounidenses a fin de año.
"Quisiéramos tenerla de aquí a fin de año, quizás antes", aseguró el mandatario.
Este viernes Trump también mostró su disposición a trabajar con otros países, entre ellos China, para lograr la vacuna del coronavirus.
No obstante, el mandatario reiteró que el origen del coronavirus estuvo en China y responsabilizó a ese país por no haber hecho más para frenar la expansión de la pandemia.
Más adelante, en un poco habitual gesto de cooperación internacional dado su nacionalismo, subrayó el esfuerzo global actualmente en marcha.
"Estamos trabajando conjuntamente con diferentes países y, de nuevo, no tenemos ego, no tenemos ego. Quien lo logre, perfecto. Trabajaremos con ellos y ellos trabajarán con nosotros", dijo.
Al ser preguntado específicamente si lo mismo ocurriría con China debido a las crecientes tensiones entre las dos grandes potenciales mundiales, el mandatario se mostró a favor.
"Diría que la respuesta sería sí", respondió.
Por su parte, "el gobierno federal está dando fondos y recursos sin precedentes para acelerar el desarrollo de una vacuna", especificó el mandatario.
No obstante el optimismo de Trump, el doctor Anthony Fauci, el principal experto gubernamental en enfermedades infecciosas, dijo el martes que todavía no habrá una vacuna disponible para finales de agosto, cuando comience el próximo año escolar.
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Estados Unidos sigue siendo el foco central de la pandemia, con más de 86 000 fallecidos y más de 1,4 millones de casos positivos por COVID-19.
Además del terrible saldo mortal, el país encara una aguda crisis económica debido a la parálisis de la actividad económica, algo que ha generado choques en la Casa Blanca ante la insistencia de Trump por levantar las restricciones y los llamados de los expertos médicos a la prudencia.
"La gente quiere regresar" a sus actividades, insistió, aunque reconoció que el regreso implicaría nuevas condiciones ante la amenaza persistente del virus.
Más de la mitad de los estados de EE. UU. han iniciado la reapertura parcial de la economía y una retirada gradual de las restricciones de movilidad, pero todavía se enfrentan a los miedos de los ciudadanos que no consideran que el virus esté controlado.
(Con información de EFE)