Patricia Ripley, una madre hispana de West Kendall que inicialmente denunció a la Policía el supuesto secuestro de su hijo de nueve años, admitió este sábado que era la culpable de la muerte del niño.
Según declararon a la prensa los oficiales encargados de la investigación, Ripley, de 47 años, dijo a la policía que su hijo ahora "estará en un mejor lugar".
Por su parte, la Policía de Miami-Dade arrestó a Ripley bajo cargos de asesinato en primer grado.
Alejandro Ripley, un niño de nueve años que padecía autismo, fue encontrado muerto este viernes por la mañana, unas 12 horas después de que su madre lo denunciara como secuestrado.
El niño había sido visto por última vez aproximadamente a las 8:47 p.m. del jueves, en el área de Kendale Lakes. Inicialmente la madre informó a los investigadores que Alejandro había sido secuestrado por dos hombres que la habían interrumpido mientras conducía y la habían forzado a desviarse de su camino.
Según la declaración de la mujer, el otro automóvil la habría obligado a girar abruptamente hacia una calle y habría bloqueado su vehículo frente al estacionamiento de un negocio de venta de materiales para el hogar y el bricolaje, informó la agencia EFE.
Poco después, los dos hombres que la seguían le habrían pedido drogas y se habrían llevado a su hijo.
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No obstante, una fuente familiarizada con la investigación dijo al Miami Herald que una cámara de seguridad de un Home Depot cerca de donde supuestamente ocurrió el secuestro captó imágenes que muestran que la madre se quedó sentada en su auto durante 20 minutos antes de llamar a las autoridades a las 8:47 p.m. Ni el niño ni los secuestradores se ven en ningún momento.
Tras el supuesto secuestro, el jueves por la noche las autoridades emitieron una Alerta Amber que fue cancelada una vez que apareció el cuerpo sin vida del menor.
El cadáver de Alejandro fue hallado cerca de un lago en el Miccosukee Golf and Country Club.