Por ahora lo que nos toca es luchar. Entrevista a Annia Zamora

Yunia Figueredo entrevista a la opositora cubana Annia Zamora, quien da claves de por qué luchar en Cuba y comparte sus proyecciones al respecto
Annia Zamora está regulada por el régimen
 

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“¿Qué si puedes hacerme una entrevista? ¡Claro que puedes! Es la primera vez que un periodista me pide una entrevista y eso que llevo 20 años como activista en la Sociedad Civil. Hazme las preguntas que quieras que todas te las voy a responder”.

Es la voz de Ania Zamora, de entre los luchadores por devolverle la democracia raptada a Cuba por el gobierno comunista, una de las más altas y constantes, a pesar de vivir en un caserío de Jovellanos, en la provincia Matanzas, y estar permanentemente hostigada y vigilada por las fuerzas de la Seguridad del Estado.

“Nosotras las mujeres, tuvimos por fuerza que tomar el protagonismo en esta lucha cuando encarcelaron a nuestros esposos y eso es un orgullo para todas y un honor. Algún día se escribirá la historia completa, por ahora solo han salido retazos, testimonios y anécdotas, pero nuestro bregar y lo que hemos sufrido da para un libro de mil páginas”.

Ania Zamora accede con entusiasmo a conversar con ADN Cuba sobre su labor en los grupos de la oposición y su amplia experiencia en estos años de batallas. 

Natural de la provincia Matanzas, madre de dos hijos, esposa de un expreso político, activista, colaboradora de medios alternativos, defensora de los Derechos Humanos y miembro de la plataforma Compromiso Democrático, Ania es una fuente de información de incalculable valor a la hora del recuento y de la marcha unida.

¿Qué significa para ti ser una de las voces contestatarias más altas de la oposición? 

Significa un compromiso muy grande. Muchas personas confían en el trabajo que realizo. Implica un gran peligro denunciar a este régimen y sus barbaridades, un sistema nefasto que no reconoce los derechos humanos, aniquila la libertad de expresión, de información, de asociación, persigue y acosa a los activistas pro democráticos, los encarcela, los silencia, los avasalla, esta lucha es de entrega total a una causa donde se arriesga a la familia, a nuestra libertad, incluso la vida por conquistar nuestras metas, que es la liberación de la patria de las garras comunistas.

¿Cómo llegaste a la Sociedad Civil?

Mi esposo llevaba muchos años luchando contra las injusticias y las violaciones de los Derechos Humanos. En mi casa había una biblioteca independiente. Allí se realizaban conversatorios, lecturas y análisis de libros prohibidos por el gobierno, reuniones de los grupos políticos y se preparaban actividades disidentes, así me fui imbuyendo en la lucha y comencé a ocupar cargos de dirección, mi trabajo como opositora se hizo parte de mi cotidianidad, una especie de sentido de vida que no he podido apartar nunca más.

¿Cómo ves las acciones del gobierno para contrarrestar la actual pandemia del COVID-19?

Están engañando al mundo y al pueblo porque manipulan los datos. Además, han comenzado a exportar mano de obra esclava de trabajadores de la salud, dejando dentro de Cuba a los médicos menos experimentados. La alimentación es el más grave problema que presentamos los cubanos.

Mientras en otros países los gobiernos reparten los alimentos gratuitos, aquí los venden a sobreprecio y les entregan a las personas de la tercera edad un módulo alimenticio que dan ganas de llorar. Creo que sobre Cuba viene una gran hambruna, mucho peor que la que sufrimos en el periodo especial de los años 90”.

¿Qué reto le espera a la Sociedad Civil en estos tiempos de pandemia?

Un reto muy difícil, porque se desconoce el tiempo que esto pueda durar. Con la cuarentena se ha instaurado un aislamiento que impide las reuniones de los grupos opositores y la realización de las actividades contestatarias. El gobierno aprovecha esta coyuntura para arreciar con la represión. La multa es su mejor arma, porque en estos tiempos de crisis es imposible conseguir el dinero para comprar comida, mucho peor para pagar una multa.

¿Qué opinas sobre la unión de todos los grupos opositores que ha comenzado a pedirse en las redes? ¿Es posible?

Sí, es posible. Aunque cuesta mucho sacrificio porque hay que dejar a un lado las ansias de protagonismo y de liderazgo características de nuestros líderes. Eso siempre nos ha afectado a los cubanos desde la época de los mambises hasta hoy y debemos cuidarnos porque la lucha ha sido larga y al final quien sabe si después del triunfo recalamos en otro dictador que se emborrache con las mieles del poder y continúe la misma historia. Por ahora lo que nos toca es luchar y cambiar al régimen y su estructura dinástica. La democracia es el único camino. Elecciones libres, la división de los poderes del estado y la libertad que tanto ansiamos los que luchamos por tantos años para ver a Cuba libre.

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