Otro derrumbe en La Habana Vieja, no se lamentan víctimas

El solar #155 de la calle Factoría de La Habana Vieja, después de resistir sin apuntalamiento a tantos huracanes y olvidos, comenzó a colapsar
Vista de ambos balcones tras el derrumbe parcial. Foto Cubanet
 

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Dos balcones del edificio-solar ubicado en la calle Factoría #155, uno de los más antiguos del barrio de Jesús María, colapsaron en la madrugada del pasado jueves 11 de junio. Según un reporte de Cubanet, no se lamentan víctimas fatales ni lesionados.

Al día siguiente del derrumbe, la arquitecta de la comunidad verificó los daños, realizó un dictamen técnico de la obra, que data de 1915 y declaró el edificio inhabitable. La especialista advirtió del inminente peligro para las vidas de los residentes, entre los que se cuentan varios ancianos, siete menores de edad, una embarazada y una joven discapacitada.

En la nota publicada por el sitio independiente Cubanet se relata que en la noche del viernes se presentó en el lugar una brigada de Secons comandada por Cristóbal Morales Martínez, Director de Demoliciones, “para evaluar las condiciones del edificio y proceder según lo estipulado en el dictamen técnico, documento que llegó dos horas después”.

Esa demora y el horario fuera de la “jornada laboral” provocaron que ese día no se pudiera hacer nada. “Esa noche, los residentes en los apartamentos interiores de la planta baja durmieron con una loma de escombros en sus puertas, y los restos de las estructuras dañadas pendiendo sobre sus cabezas”, se detalló.

Ante la alternativa de tener que abandonar el edificio frente a un derrumbe mayor, muy posible en medio de la actual temporada ciclónica, los vecinos intercambiaron con el funcionario Morales Martínez, quien mencionó la posibilidad era irse a un albergue, si hubiera capacidad, y “demoler por crujías dejando solo la planta baja, mejor conservada que los pisos superiores”.

Según datos oficiales publicados al cierre de 2019, en La Habana se concentra el 81% de los edificios en estado crítico a nivel nacional, así como el 98% de las familias albergadas. El sistema de albergues de la capital no da abasto desde hace años, por la numerosa cifra de familias que han perdido sus domicilios a causa de los desastres naturales y el deteriorado fondo habitacional.  

El solar #155 de la calle Factoría, desde la azotea hasta la entrada, muestra un alto grado de deterioro que parece irreversible, después de ir soltando durante años, pedazos a modo de advertencia. Casi todos los alrededor de treinta apartamentos tienen barbacoa, y la severa escasez de agua ha generado que en cada uno se hayan instalado al menos dos tanques, un peso excesivo para la quebrantada edificación.

Cubanet subraya que desde mediados de la década de 1990 los residentes del inmueble han denunciado sistemáticamente su deterioro, con el objetivo de incluirlo “en algún plan de reparaciones, evitando así que llegara al estado en que hoy se encuentra. Sin embargo, a pesar de su antigüedad y de la imposibilidad para los vecinos de reponer esas viviendas con esfuerzos propios, el edificio no ha merecido atención por parte de las instancias gubernamentales ni la Oficina del Historiador, en cuyo Plan Rector no fue contemplado el barrio humilde de Jesús María”.

En La Habana Vieja miles de familias habitan edificaciones semidestruidas, las cuales se niegan a abandonar, por las críticas condiciones que tienen los lugares de tránsito donde serían reubicados. Otra penosa arista del tema, son los años que pueden permanecer estas personas desamparadas antes que el Estado les garantice una nueva vivienda.

 

 

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