Desde la noche del lunes el régimen enseñó sus cartas. No iba a permitir que activistas, opositores y periodistas independientes acudiesen al emblemático cine Yara, en el corazón de El Vedado capitalino, a manifestarse pacíficamente contra el abuso policial, el racismo y la crónica represión en Cuba.
Lo hizo con Juan Antonio Madrazo muchas horas antes de la sarta de detenciones, retenciones arbitrarias en los domicilios y cortes del servicio de Internet a miembros de la sociedad civil que han caracterizado a este represivo martes.
“No vamos a permitir protesta de ningún tipo. Esto no es Estados Unidos”, fue la advertencia que hicieron al activista, quizás con la intención de que el mensaje calara antes de desplegar toda la maquinaria represiva y violatoria de los derechos humanos.
El mensaje del régimen fue verbalizado, en el caso de Madrazo, por el mayor Alejandro, del departamento de enfrentamiento de la Seguridad del Estado. Le habló al activista luego de que éste estuviese más de seis horas detenido en el calabozo de la estación policial de Zapata y C.
“Siendo las 10:30 de la noche yo salí a botar la basura y cuando estoy de regreso veo que hay un policía y una persona vestida de civil esperándome. El policía me identifica y el de civil me dice que tengo que acompañarlo a la unidad de Zapata y C”, relató el activista a Radio Televisión Martí.
Según detalló, lo encerraron en el calabozo y tras varias horas de detención lo liberaron y llevaron a su domicilio, no sin que antes el mayor Alejandro le hiciera la advertencia, cumplida al dedillo, tal y como han denunciado hoy miembros de la sociedad civil que pensaban manifestarse, pero que fueron impedidos de hacerlo con métodos burdos de acoso y atropello a sus derechos más elementales de movimiento, expresión, reunión y manifestación.
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Alejandro también adelantó a Madrazo que, si algún activista u opositor se les escapaba y estaba en la protesta, hasta por propagación de epidemia lo iban a procesar.
“Tengo muchísima rabia al igual que muchísimos ciudadanos de este país. Rabia e indignación por la indiferencia de un poder hegemónicamente blanco y racista que desprecia a la otredad. Me duele más la rabia y la indignación que el dolor de cabeza, el dolor de garganta, la presión alta que tengo, después de una noche fría de calabozo en la Unidad de la PNR de Zapata y C”, escribió en horas de la mañana Madrazo en su perfil de Facebook, tras ser puesto en libertad, pero con el impedimento de salir de su casa por al menos 12 horas.
“Hay policías afuera de mi casa y 23 es un avispero de policías, tratando de identificar a potenciales participantes en la protesta”, declaró el opositor a Radio Televisión Martí, un hecho que ha sido constatado por transeúntes y activistas que si bien no han podido manifestarse como tenían previsto, al menos han dejado constancia gráfica del despliegue militar y policial del régimen para evitar una protesta legítima.
