Este jueves, la opositora Ana Belkis Ferrer, denunció que el régimen cubano internó a la prisionera política Keilylli De La Mora Valle, en una sala de psiquiatría de hospital Gustavo Aldereguía en Cienfuegos.
Según escribió en Facebook, las autoridades alegan que la activista de Unpacu atentó contra su vida por lo que fue necesario su reclusión en dicha sala.
"Todos sabemos que Keilylli se encuentra perfectamente bien sicológicamente y que los tiranos emplean todo tipo de mecanismo para destruir a sus adversarios políticos, a varios opositores pacíficos han intentado hacerlos pasar por desequilibrados mentales para acabar con ellos, para destruirlos empleando tan sádico y criminal método", agregó Ferrer.
Asimismo, responsabilizó a Raúl Castro y Miguel Díaz-Canel por la salud física y mental de esta joven y exigen su inmediata liberación.
El pasado 4 de junio, ADN Cuba informó sobre el encarcelamiento de la activista, quien es miembro del grupo opositor Consenso Ciudadano desde 2016, y desde el 2019 también se integró en la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), así como a promover la iniciativa Cuba Decide.
El 7 de mayo, la joven había sido sentenciada a un año y medio de cárcel por los delitos de “propagación de epidemias”, “desacato”, “atentado” y “desobediencia”, aunque la oposición señala que todo se trató de un encarcelamiento por motivos políticos, para acallar su activismo contra el régimen.
“El juicio contra Keilylli se realizó en un proceso sumario en el que no tuvo ningún testigo a su favor. La sentencia indica que el cargo de propagación de epidemias se basa en que la joven no usaba el 'nasobuco' [mascarilla sanitaria] cuando fue detenida por la policía. Los agentes alegaron en su contra que mantiene una conducta antisocial y que acostumbra a alterar el orden público. Sin embargo, la activista negó todos los argumentos en su contra y asegura que lo que no soporta el régimen cubano es el activismo pacífico que ella realiza”, según informó CiberCuba.
“Yo soy inocente y voy a plantarme desde que me lleven para allí, porque no me han dejado alternativa para reclamar justicia”, declaró el 4 de junio, y anunció que iniciaría una huelga de hambre, a pesar de que ella padece de gastritis y esofagitis, y la falta de alimentos con toda seguridad le iba a perjudicar su salud.
Es la segunda ocasión que ella sufre encarcelamiento, pues en 2019 fue condenada a 10 meses de privación de libertad y recluida en el mismo centro penitenciario.