Transfermóvil es un nuevo servicio que posibilita realizar operaciones bancarias desde los teléfonos celulares para facilitar trámites a las personas naturales y trabajadores por cuenta propia desde las tarjetas magnéticas en pesos cubanos.
Si bien el uso de este servicio ha crecido en 270 000 usuarios desde que llegó a Cuba la pandemia de la COVID-19, no todo es color de rosa, sobre todo si se habla de su empleo en operaciones comerciales derivadas de las compras en tiendas virtuales.
Muchas son las quejas de quienes han hecho uso del comercio electrónico en los últimos meses. Y no se trata solo de problemas con la entrega de las mercancías, retrasos, o faltantes, sino también con la devolución del dinero luego de haber ocurrido alguno de estos problemas.
Recientemente las cadenas de Tiendas Caribe y Cimex anunciaron el cierre temporal y gradual de los comercios virtuales, algo que apunta directamente a las múltiples ineficiencias de ese servicio.
En medio de la escasez de insumos básicos que en los últimos meses se ha apoderado de Cuba, a más de uno le pareció buena la opción de asegurar sus necesidades a través de las compras electrónicas, pero una vez realizado el pedido chocaron con retrasos de hasta 30 días para recibir lo comprado. A esto se le sumó que en muchos de los casos las entregas llegaban con productos de menos, lo que provocaba una molestia adicional: La devolución del dinero.
Como si no fuera suficiente, tanto los números telefónicos de atención al cliente, como los correos electrónicos de las tiendas, no daban respuesta alguna a las quejas de los clientes, lo que inducía que el malestar fuera mayor.
Incluso, algunos no tuvieron más opción que presentar sus quejas ante varias entidades gubernamentales, entre ellas la Asamblea Nacional del Poder Popular, la Presidencia de la República y el Ministerio de Comercio Interior.
Citando la Resolución No.54/2018 del Mincin, donde se estipula que “el proveedor debe tener una actuación ética y responsable hacia los consumidores, y además fomentar y promover modalidades de consumo sostenibles”, un grupo de clientes afectados por la ineficacia de la Tienda Virtual Villa Diana, perteneciente a la Cadena de Tiendas Caribe, decidieron redactar una carta que circuló el 22 de junio por redes sociales y que dirigieron a las entidades antes mencionadas para hacer contar su insatisfacción y exigir que se le diera uno solución al problema.
Hubo quienes aseguraron que el ineficiente comercio electrónico era una verdadera estafa, sobre todo porque algunos de los productos no presentaban la calidad que anunciaban las tiendas, y otros llegaron a recomendar no hacer uso de esa modalidad de compra.