La “ofensiva” del régimen cubano contra coleros, revendedores y acaparadores, sus voraces enemigos en estos tiempos de coronavirus, ya empezó a dar frutos judiciales que en mucho rebasan las tradicionales multas. Es así que ahora en Cuba, con más probabilidad que antes, trasladar o tener “elevadas cantidades de desodorante”, por ejemplo, puede llevar a alguien a la cárcel.
Una reciente nota de la Fiscalía Provincial de Pinar del Río informó que justamente eso fue lo que sucedió a Yanderson Hernández Benítez, detenido por oficiales de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) el 30 de julio de 2020 en la vía pública de la capital provincial “como parte del enfrentamiento a acaparadores, coleros y revendedores de productos”.
Hernández Benítez, detalla la nota, replicada por medios locales como Radio Guamá, “trasladaba elevadas cantidades de desodorantes similares a los vendidos a la población en la red comercial minorista, los que se le ocuparon y alegó haberlos comprado a personas desconocidas por él”.
Aunque no se precisa en lo más mínimo el número de unidades del artículo que poseía el ciudadano, y que constituyen una cantidad “elevada” y meritoria del actuar policial y judicial, la nota explica que ya existe sentencia firme en su contra.
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La justicia, normalmente lenta, demostró que puede ser rápida y expedita en casos derivados de “ofensivas revolucionarias” dictadas por el régimen, al igual que lo es en aquellos en que se busca condenar y encerrar por motivos políticos.
De acuerdo con la nota de la Fiscalía, “el ciudadano concurrió en libertad al juicio oral y público solicitado por la Fiscalía, según procedimiento sumario, y el Tribunal Municipal Popular de Pinar del Río lo sancionó por el delito de Receptación a ocho meses de privación de libertad, el comiso de dicho producto ocupado y quedó detenido con la medida cautelar de prisión provisional en el acto de juicio oral, para asegurar la ejecución de la sanción”.
“La sentencia ya es firme, habiéndose cumplido todas las garantías procesales”, agrega la comunicación del ministerio fiscal, que seguramente hará pensar a más de uno cuando de trasladar desodorante se trate.
