Este búho se llama Kaln y ha estado viviendo en un santuario de aves en Gloucester (Inglaterra) desde 1996. Desde siempre, sus cuidadores lo tenían como un búho macho hasta el pasado 23 de junio cuando el ave hizo algo completamente inesperado: puso un huevo, según informa LiveScience.
Al huevo no haber sido fertilizado, Kaln nunca será la madre de un polluelo. La noticia ha sido motivo de sorpresa para todos los cuidadores e incluso hay quien asegura que hasta el búho se mostró tan sorprendido como ellos.
Lo más preocupante fue que, luego de que el ave pusiese el huevo comenzó a comportarse deprimida presentando problemas de salud. No obstante, el santuario reportó posteriormente la mejoría en la salud del búho agregando que "se muestra más activo y optimista”. Se hace necesario señalar que sus cuidadores planean cambiarle el nombre de Kaln a Kalnee en reconocimiento de su recién descubierto género.