Este domingo 30 de agosto un grupo de jóvenes cubanos llevó hasta hogares de familias necesitadas, con ancianos, niños pequeños o dificultades específicas, una bolsa con alimentos y otros suministros, reunidos gracias al apoyo de cubanos en el exilio.
Hasta un apartado barrio del municipio de Guanabacoa, donde no hay ninguna tienda y apenas se consiguen productos de primera necesidad, llegaron los activistas, quienes con la ayuda de residentes de la localidad identificaron las familias con mayores dificultades y le entregaron una bolsa que contenía, leche, carne de pollo y picadillo, entre otros víveres.
En un video transmitido en Facebook, por el activista Héctor Luis Valdés Cocho, es posible apreciar como varias familias reciben los alimentos. Madres solteras, ancianos que viven solos y otras personas con discapacidades físicas resultaron beneficiados.
Aunque la ayuda -reunida gracias a cubanos emigrados, para intentar ayudar en medio de la terrible crisis económica y el desabastecimiento que impera en la isla-, no logra cubrir las necesidades de las personas de esta comunidad, es un aporte que fue muy agradecido y valorado por los habitantes. Los jóvenes refirieron que luego de haber identificado a familias muy necesitadas que no alcanzaron la bolsa con los alimentos, volverían en otra ocasión para poder socorrerlos.
El activista Esteban Rodríguez, colaborador de ADN Cuba, y quien realizó la pesquisa de las personas más vulnerables y ayudó en la repartición de la ayuda, aseguró que todos cumplían con las medidas de distanciamientos social y protección, para evitar la propagación del coronavirus.
Mientras el régimen se niega a entregar la carga humanitaria enviada desde del exilio, y que permanece en el puerto del Mariel, con alimentos y productos de primera necesidad para alrededor de 15 mil familias, estos jóvenes continúan en el empeño de ayudar a personas que viven en pobreza y se encuentran desamparados.
Cubanos exiliados persisten en ayudar y apoyar, aunque el régimen se oponga y cada vez hunda al país en más miseria y agonía.
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Durante más de 20 días, e incluso después de que una tormenta tropical azotara Cuba, el régimen continúa reteniendo miles de libras de ayuda humanitaria donadas gracias a la iniciativa Solidaridad entre Hermanos surgida en mayo pasado en Miami para recoger en EE.UU. ayuda humanitaria para el pueblo cubano.
“No hay embargo sobre la ayuda humanitaria: el régimen está bloqueando estos suministros necesarios, no Estados Unidos”, dijo Michael G. Kosak, subsecretario del Departamento de Estado norteamericano, criticando a la dictadura castrista por retener la ayuda humanitaria recolectada y enviada por grupos del exilio a miles de familias en la isla, azotada por una grave crisis de abastecimientos.
Un grupo de cubanos de dentro y fuera de su país, entre ellos la líder opositora cubana Rosa María Payá, y el alcalde de Miami, Francis Suárez, pidieron apoyo a 27 congresistas de EE.UU. para lograr que el Gobierno de Cuba libere el cargamento de ayuda humanitaria que ha sido “retenido arbitrariamente”.