Los cubanos Patricia Girbau y Fernando Martínez, quienes ya llevan 10 meses en Brasil, donde pidieron refugio, sobreviven a la crisis pandémica vendiendo "pan bahiano", un producto típico de ese país.
Su historia llegó hasta la BBC, donde se explica que la pareja emprendió un largo viaje junto a su hijo de 8 años, Daniel, para migrar al país sudamericano, sin embargo, tuvieron que dejar en la isla a su hija mayor, María Fernanda, pues el dinero no les alcanzaba.
En noviembre cumplirán un año de vivir en Brasil, pero aun no pueden traer a María Fernanda, hasta que no les aprueben los trámites de refugio, que pueden demorar dos años, tal vez más debido al nuevo coronavirus.
La solidaridad de brasileños en la provincia Bahía es lo que los mantiene a flote. El dueño de una de las casas que miraron para rentar se conmovió con sus vivencias y hasta la actualidad no les cobra alquiler.
En los meses previos a la COVID-19, los migrantes cubanos sobrevivían vendiendo pasteles, café y leche en las calles de Salvador de Bahía; pero el virus detuvo todo.
Ante la terrible situación una vecina lanzó por internet una recaudación de fondos para los cubanos, que alcanzó los 3500 dólares, inicialmente para traer a su hija, María Fernanda, pero esto tendrá que esperar.
Entonces aprendieron a realizar el llamado pan bahiano, con toque cubano.
"Ya cociné. Pero no pan. Mucho menos pan bahiano. Pero después de clase, llegué a casa con la receta y los ingredientes y le dije a Luísa, hoy es el día, voy a probar. No sé si fue Cosa de Dios, pero funcionó", dijo Patricia al medio internacional.
La mujer señaló que ya había hecho 130 rollos e incluso tuvo que rechazar pedidos, porque, por ahora, no tenían la estructura suficiente para manejar la creciente demanda, solo tienen una estufa, donado por una pastoral.
Brasil registra hasta la fecha más de 3 millones y medio de casos de coronavirus y 120,000 fallecidos.