Luego de una cuarentena impuesta que duró 15 días, residentes en la barriada capitalina El Palenque, en La Lisa, contaron a Cubanet sus experiencias: “Pasamos hambre”, llegaron a decir.
Uno de los habitantes del lugar, Lázaro Mendoza García, contó a Cubanet que la noticia los tomó por sorpresa porque no sabían que los iban a poner en cuarentena. "Todo pasó de momento, cerraron las calles con cintas; vino la Policía e instantáneamente militarizaron todo el territorio. A partir de ese momento ya no se podía salir de la zona a nada”, expresó.
“Y eso de que refuerzan la alimentación es mentira, no refuerzan nada, no te venden nada extra”, reveló y detalló asimismo que en la zona montaron una carpa para vender alimentos a los residentes de la zona en cuarentena. Pero en realidad, lo único que ofertaron a la población ―según Mendoza García― fueron paquetes de galletas, y un solo día.
Comentó que dieron un paquete de galletas por libreta, y luego aclaró: "dieron no, lo vendieron a 25 pesos cada uno. También vendieron zumo de limón, pero eso no lo compraba nadie”, reconoció.
Otro de los residentes en este espacio de la capital cubana, Julio Antonio Rojas Portal, remarcó que tampoco ofertaron productos de aseo para evitar la propagación de la COVID-19.
“No trajeron ningún producto para desinfectar ni nada, nunca nos vendieron cloro ni ningún otro producto. Otra cosa importante es que jamás desinfectaron las calles, como se ha visto que han hecho en otros municipios”...“A eso súmale el abasto de agua: eso tampoco lo arreglaron a pesar de lo importante que resulta el líquido para poder mantener la higiene”, enfatizó Rojas Portal en su entrevista con CubaNet.
Datos oficiales indican que en los últimos días se han cerrado varios de los "eventos de transmisión local abiertos en la capital". La Habana y Ciego de Ávila encabezan la lista de las provincias más afectadas desde que comenzó el rebrote de la pandemia en la Isla. Con 62 nuevos casos amaneció este sábado el país y, la fallecida que se reporta, es de la oriental provincia.
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Para poder comprar en la única tienda de CUC de la zona, las autoridades les facilitaron a los vecinos una tarjeta de autorización, aclara Mendoza García.
“De cada núcleo familiar inscribían a una persona, la única que podía ir a la tienda, pero en 15 días si pudimos comprar dos veces fue mucho”, lamenta.
“A eso súmale que te daban uno o dos paqueticos de pollo por persona, así que en las familias numerosas alguien se quedaba sin comer pollo”, se quejó.
Explicó además el entrevistado que durante el tiempo en cuarentena las autoridades tampoco adelantaron los productos alimenticios de la canasta básica, a pesar de su importancia para la población en un contexto de grave escasez.
“Fueron deprimentes las necesidades que pasamos, más que de costumbre: no podías moverte a buscar nada. No trajeron ni picadillo, ni pollo, ni nada”, lamentó.
El hombre también precisó a CubaNet que las personas no disponían de dinero para hacer frente a la cuarentena porque nunca informaron sobre la situación en que se encontraba el barrio.
“Aquí no se informó nada. Las personas no tenían un medio porque no podían trabajar, no se podía hacer nada, pasamos hambre, esa es la realidad”...“Lo único que se veía eran policías por todas partes, porque a los médicos nunca los vi, así que no entiendo cuál era la función de la cuarentena”, fueron sus palabras para cuestionar, igualmente, que en lo que duró la cuarentena nunca les fueron realizadas las pruebas PCR para detectar a los contagiados.
