El abogado estadounidense de origen cubano Mauricio Claver-Carone, quien hasta ahora se desempeñaba como asesor para las Américas del presidente de EE.UU, Donald Trump, asumió este jueves la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con un llamado a “dejar atrás las voces del pasado” y tras anticipar entre sus tareas más cercanas la capitalización de esa entidad y la búsqueda de alianzas con el Banco Mundial y el FMI.
“La elección concluyó y llegó el momento de dejar atrás las voces del pasado”, declaró el funcionario entrante, en un discurso virtual que dirigió a los empleados del BID con motivo de su llegada formal al organismo.
Claver-Carone ganó las riendas de la institución en una votación secreta y por vía telemática de la Asamblea de Gobernadores del BID, celebrada el pasado 12 de septiembre, a la que llegó como único candidato.
Su candidatura generó polémica porque, de ser escogido –como sucedió– sería el primer presidente de nacionalidad estadounidense al frente de la institución multilateral con sede en Washington, algo inédito durante los 61 años de historia del Banco.
“De ahora en adelante miremos en sólo una dirección, hacia el futuro, hacia un Banco fortalecido con una visión clara sobre la recuperación veloz que nos retornará al crecimiento”, afirmó en su mensaje este jueves.
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Entre las varias tareas que espera asumir, el nuevo líder del BID y ex asesor de Donald Trump se refirió a la necesidad de aumentar la capacidad de financiamiento del BID, ante la que consideró “escala de los problemas” en la región.
“El BID está en buenas condiciones, pero necesita más recursos para poder responder a las históricas necesidades de América Latina y el Caribe”, sostuvo, al anticipar que la institución debería aumentar su capacidad de financiamiento de 12 000 millones de dólares a casi 20 000 millones por año.
En ese contexto, aseguró que ya ha iniciado discusiones sobre el proceso de capitalización y que comenzará “formalmente” consultas con el directorio de esa entidad, al tiempo que gestionará apoyos ante el Tesoro y el Congreso de Estados Unidos, país que es el mayor accionista del BID.
“Mi objetivo es concluir estos esfuerzos a más tardar para la fecha de la próxima Asamblea de Gobernadores del BID en Barranquilla”, agregó sobre el encuentro previsto para marzo de 2021.
Además, prometió que trabajará “de manera estrecha” con el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI), y otros bancos multilaterales “para catalizar recursos que respondan a las necesidades de región”.
Para ello, afirmó, este viernes estará convocando a una reunión con el presidente del BM, David Malpass, y la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, con quienes aspira a crear “plataformas conjuntas para países”.
Respuesta a la pandemia
Otro de los desafíos que prometió encarar es el de la pandemia del coronavirus y el apoyo a las economías de la región, al tiempo que prometió acelerar la ejecución de la estrategia institucional del BID.
“Debemos superar los retos de corto plazo de la COVID-19, reconstruir economías más robustas, entrar agresivamente en el espacio digital y ser un líder ejemplar en la creación de nuevos sectores para las inversiones y el crecimiento”, apuntó Claver-Carone, quien subrayó como su “meta central” la creación de empleos, así como su formalización, dado su importante “impacto social y económico”.
También consideró que “no es aceptable que el Banco requiera siete meses, en promedio, para aprobar una operación”.
De allí que anunció que pondrá en marcha “un esfuerzo sistemático” para simplificar procesos y que serán “más ágiles y más ambiciosos” en la ejecución de los proyectos.