Jorge Rodríguez, candidato a diputado y jefe de campaña del régimen madurista, acusó a la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) de estar detrás de la negativa de los opositores venezolanos a participar en las elecciones del próximo 6 de diciembre.
Sin mostrar pruebas de las delicadas aseveraciones, Rodríguez expresó: “En qué país cabe que un diputado sea comprado por un país extranjero. Diputados recibieron 51 mil dólares para comprar su no participación en la contienda electoral”.
El exministro de comunicación chavista, que ahora es candidato a un curul de la Asamblea Nacional, acusó una vez más a la oposición de haber destruido el parlamento: “La extrema derecha se dedicó a la destrucción, al aniquilamiento. Lograron volver polvo cósmico una institución tan importante como la Asamblea Nacional”.
El candidato prometió recuperar la casa de las leyes, así como “devolverle al pueblo” con “mucho trabajo” las instalaciones ubicadas en el centro de Caracas.
Añadió que el régimen, que ha gobernado el país por más de 20 años continuos, hará cambios importantes para revertir la profunda crisis que vive Venezuela.
La oposición venezolana se ha negado a participar el las elecciones por considerar que no son justas ni libres, se basan principalmente en las acciones del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Maduro, que según denuncian, ha cortado la opción de elegir.
El máximo juzgado eligió el pasado 12 de junio los nuevos rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE), con la excusa que hubo una omisión por parte del Parlamento para designar a las autoridades comiciales.
La falta de acompañamiento internacional y la expropiación de al menos seis de los principales partidos políticos del país, han sido los obstáculos más grandes a la hora de evaluar las posibilidades de participar en el proceso.
El pasado mes de septiembre, la Unión Europea (UE) envió a Caracas una comisión diplomática que confirmó las constantes denuncias de la oposición venezolana: No existen condiciones electorales para los comicios del próximo 6 de diciembre y por tanto no reconocerán dicho evento.
"El objetivo era convencer a las autoridades de que se pospongan las elecciones seis meses, no por retrasarlas, sino para dar tiempo a que el Gobierno y la oposición negocien sobre las condiciones", indicaron las autoridades.
Después de este fallo, Henrique Capriles, uno de los pocos opositores que abrió la posibilidad de participar en la elección, decidió declinar por la falta de condiciones en el proceso electoral.
“Esta elección tiene que ser postergada, nosotros pedimos y exigimos que sea postergada (…) por la pandemia, por la situación del país y para que la elección le sirva a Venezuela“, dijo a través de una alocución en sus redes sociales el día 30 de septiembre.