La inflación, uno de los efectos previsibles y anunciados por los funcionarios del régimen para cuando finalmente se produzca la reunificación monetaria en Cuba, parece haberse anticipado al fin del CUC y la llegada de una reforma salarial.
Según denuncias en redes sociales, y como un cruel capítulo más de la profunda escasez de alimentos que azota al cubano de a pie, los precios de productos como tomate y ají se han disparado al punto de que una libra de ellos cuesta tanto o más de lo que normalmente suelen costar productos cárnicos.
“Estoy en shock. Ahora mismo, en el agro ubicado en Calzada, entre 8 y 10, Vedado. Ciudad Habana. ¿Cuándo aumentaron los salarios que no me he enterado?”, cuestionó en Facebook este viernes la usuaria identificada como Luciana Suárez, quien además subió imágenes de las tarimas del referido establecimiento comercial.
En ellas se ve que el precio por libra del ají pimiento era de 60 pesos cubanos y el del tomate, mustio y poco apetecible a la vista, de 50. Toda una afrenta, más de lo común, para los salarios actuales de los trabajadores cubanos, que quizás con episodios como éste ya comiencen a comprender que la anunciada reforma salarial, tras las que se espera que los salarios se consignen en miles y no en cientos de pesos cubanos, no resolverá por sí misma nada para su economía e ingesta diaria de alimentos.
Opiniones cruzadas entre usuarios en torno al post y los escandalosos precios refieren que el tomate y el ají son productos que en estos momentos están en falta o “no los hay” en la isla. Escasean aún más que el resto, razón por la cual no tienen precios regulados y los pocos que los tienen pueden comercializarlos bajo la ley de oferta y demanda, o bajo una severa especulación.
De hecho, el usuario Gustavo Córdova se identificó como el administrador del agro con los polémicos precios y, molesto ante las críticas, precisó que en el último listado de precios publicado por el periódico Tribuna de la Habana no aparecen ni el ají ni el tomate.
“Son productos que ahora mismo no los hay y tienen un precio de costo muy caro… Eso es lo que hay que ver antes de criticar… siempre hay quien lo prefiere pagar así, a no comerlo, lo mismo pasa con los productos que oferta el estado a precios no correspondidos con el salario promedio, y, además, no son productos imprescindibles, o sea, que el que no pueda acceder a ellos, no le pasa nada por eso”, agregó Córdova.
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Sus observaciones no fueron compartidas por muchos, que tildaron de abusivos los costos de la libra de ambos alimentos. Sin embargo, ni los defensores ni críticos de los altos precios atacaron el problema de fondo: la insuficiencia de la economía cubana para producir alimentos y artículos de primera necesidad de manera coherente con las necesidades reales de su sociedad.
Una inconsistencia que muchos avizoran no se resolverá con la unificación monetaria ni con la reforma salarial, las cuales pueden detonar una inflación y otros problemas económicos aún mayores.