Iliana Hernández rechaza servicios médicos del régimen si les sucede algo por huelga de hambre en San Isidro

Iliana Hernández rechaza ser atendida por los servicios médicos del régimen si le llegase a suceder algo como consecuencia de la huelga de hambre que sostiene junto a otros compañeros del MSI. Son capaces de inocularnos VIH como a Ariel Ruiz Urquiola, denuncia
Iliana Hernández
 

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La comunicadora independiente y activista cubana Iliana Hernández manifestó su rechazo a ser atendida por los servicios médicos del régimen si le llegase a suceder algo como consecuencia de la huelga de hambre que sostiene junto a otros compañeros del Movimiento San Isidro (MSI) desde hace tres días.

“Alertamos a todos, si nos pasa algo y nos ponen a manos de los servicios médicos de este país son capaces de inocularnos el VIH, ya lo hicieron con Ariel Ruiz Urquiola. Yo no quiero los servicios médicos de ellos”, escribió Hernández en su perfil de Facebook este viernes 20 de noviembre.

Además de ella, otros seis activistas permanecen en huelga de hambre, tres de los cuales se abstienen también de beber agua. Lo hacen a modo de protesta pacífica contra la injusticia económica y las violaciones a los derechos humanos del régimen de la isla, así como para exigir la liberación del rapero contestatario Denis Solís.

El grupo, 14 activistas en total, inicia este sábado su cuarto día de plantón y atrincheramiento en la sede del MSI, donde leen poesía para pedir la liberación de su colega Solís. Éste fue condenado a ocho meses de prisión por ‘desacato’ en un juicio sumario y sin garantía alguna, luego de ser detenido violentamente el 9 de noviembre de 2020, en las calles Habana y Paula, a unas cuadras de su casa.

El régimen mantiene rodeada la céntrica zona en la que se efectúa la protesta pacífica. Agentes de la Seguridad del Estado y policías no permiten la entrada de alimentos ni demás artículos de primera necesidad a la sede del MSI.

Hasta el momento, varias organizaciones internacionales se han pronunciado contra estos actos. Entre ellas destacan la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Artículo 19 y Human Rights Watch.

El temor de Hernández, cuya madre fue detenida violentamente la tarde del jueves, cuando se acercaba a la sede de la protesta para ver a su hija atrincherada, obedece a la presunta inoculación del VIH por parte del régimen al activista Ariel Ruiz Urquiola.

A finales de 2019, el ambientalista acusó al gobierno de la isla de haberle inoculado el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) durante su estancia en el hospital "Abel Santamaría", de Pinar del Río, donde fue llevado desde la prisión provincial Kilo 5 tras su huelga de hambre y sed como protesta por el juicio que le celebraron para condenarlo a un año de prisión por desacato, el cual calificó de politizado y amañado.

Ruiz Urquiola aseguró que promovería una demanda contra el gobierno cubano ante la ONU y la Unión Europea, a través de las ONGs Sociedad Internacional para los Derechos Humanos (IGFM, por sus siglas en alemán) y Lesbianas y Gays en la Unión (LSU, por sus siglas en el mismo idioma), por la presunta inoculación.

 

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