Diplomáticos estadounidenses exigieron al régimen cubano "acceso sin restricciones" de quienes desean comprobar el estado de los activistas acuartelados en la sede del Movimiento San Isidro, ubicada en La Habana Vieja.
“Espero que la comunidad internacional tenga acceso sin restricciones para comprobar la situación de los activistas del MSI”, declaró el encargado de negocios de la embajada de EEUU, Timothy Zúñiga-Brown.
Los reportes sobre gestiones de organizaciones independientes que se preocupan por la situación de los huelguistas comienzan a llegar a nuestra redacción. Esta mañana, en entrevista con dos de las activistas acuarteladas allí, ADN Cuba supo que el cardenal Juan de la Caridad García hace gestiones para llegar hasta la sede del MSI. También denunciaron no tener acceso varios medios internacionales, entre ellos la corresponsalía de Reuters.
La activista e historiadora del arte Anamely Ramos reiteró que el régimen impedía a los diplomáticos y la Iglesia llegar hasta el lugar y recalcó que el MSI “no está cerrado al diálogo”, una postura que contrasta con la del gobierno cubano.
Varias personas y especialistas han sugerido que la Iglesia intervenga como mediadora entre los huelguistas y el gobierno, debido a la experiencia que tiene esta institución en resolver crisis y dialogar con el régimen, como ya hizo para la liberación de los 75 disidentes encarcelados tras la Primavera Negra de 2003.
Pero la jerarquía cubana no ha dado noticia de que emprenda ese camino hasta el momento.
Los miembros del MSI sostienen que la presión internacional es indispensable para lograr la liberación del músico contestatario Denis Solís, principal reclamo de los manifestantes. Solicitan sobre todo la presión de organizaciones como la Comisión de Derechos Humanos de la ONU y la Unión Europea.
No hay manera de saber si el régimen contestará positivamente a estas presiones, pero, en lo que va de año, ya cedió cuando la sociedad civil cubana y la comunidad internacional pidieron la liberación de José Daniel Ferrer y Luis Manuel Otero Alcántara, injustamente encarcelados como Solís.
Por otra parte, el MSI declaró este 23 de noviembre en conferencia de prensa que realizará acciones legales contra el gobierno, aunque no especificó ante qué organismos ni qué tipo de iniciativas.
Los 14 recluidos en la sede del MSI permanecen cercados desde hace varios días, algunos de ellos en huelga de hambre y sed. Todo ellos se concentraron el lunes en la vivienda para protestar por la condena a Solís, a quien un tribunal de La Habana consideró culpable de “desacato” en un irregular proceso, por haber insultado a un policía que irrumpió ilegalmente en su casa.
Anamely Ramos aseguró que llevarán la huelga de hambre hasta las últimas consecuencias si el Gobierno cubano no revoca la condena a Solís. Los activistas concentrados en la Habana Vieja cuentan con la solidaridad de otros movimientos opositores locales, varios políticos estadounidenses y organizaciones como Amnistía Internacional o Cuban Prisoners Defenders, y otros grupos de la sociedad civil cubana.