Miembros del Movimiento San Isidro y de los 30 representantes que dialogaron el Ministerio de Cultura enviaron este 30 de noviembre un claro mensaje de unidad al régimen cubano a través de una simple fotografía.
Sin necesidad de muchas palabras, la curadora Anamely Ramos, la artista Tania Bruguera y la profesora Omara Ruiz Urquiola, se reunieron y tomaran una fotografía en las que se les nota unidas y sonrientes bajo el lema “La Cuba Necesaria”.
Muchos comentaristas en redes sociales ratificaron el mensaje de las tres mujeres. Uno de ellos comentó: “el entendimiento entre ustedes es vital en la lucha por la libertad de Cuba”.
La opinión pública cubana había observado hasta hoy un posible sisma entre el MSI y los manifestantes que se plantaron ante el ministerio luego de que Urquiola criticara la posición asumida por los últimos ante las autoridades cubanas, calificándola de “capitulación”.
“Fue otra edición del Zanjón, el Zanjón ante el que Antonio Maceo se levantó y en el que Martínez Campos, cuando pensaba que ya lo tenía del lado suyo, recibió una embestida de valentía y vergüenza, honor, dignidad de un cubano mulato, un cubano libre”, afirmó tajantemente Ruiz Urquiola, historiadora de formación, en una directa desde su perfil de Facebook.
“Ayer ocurrió el Zanjón y que caiga la vergüenza histórica para los nuevos protagonistas del Zanjón, pero tengan siempre presente que después del Zanjón vino Martí y hubo una guerra que fraguó”, agregó.
En aquel momento, para Ruiz Urquiola, ninguno de los 30 que estuvieron en la reunión con funcionarios culturales del régimen estaban facultados para hablar o negociar nada en nombre de los activistas de San Isidro y los cubanos inconformes con la situación política de la isla.
Tania Bruguera fue una de los 30 artistas cubanos que se plantaron en el Ministerio de Cultura el viernes para exigir un encuentro con el ministro Alpidio Alonso y presentar una serie de demandas que iban desde la liberación de Denis Solís hasta el cese del hostigamiento a los artistas.
El encuentro terminó con una serie de promesas que el propio Gobierno rompió en menos de 24 horas. Lo sucedido la noche del viernes no sentó muy bien a los huelguistas que estuvieron acuartelados en la sede de Damas 955, entre ellos Anamely y Omara, que sintieron como una traición el hecho de que se pactaran diálogos que no incluyeran a Luis Manuel Otero Alcántara, quien sigue sin poder regresar a su casa.