La familia de Denis Solís, condenado a ocho meses de cárcel por el delito de desacato tras un juicio sumario sin garantías legales, teme por su vida en prisión, ya que antes de ingresar a la misma fue golpeado por varios elementos represivos en las unidades policiales de Cuba y Chacón y el Vivac.
De las golpizas informó a familiares el propio Solís en una llamada telefónica que le permitieron sostener con su tío, Vladimir Lázaro González, a quien no le permiten ver físicamente al sobrino cuya liberación es la causa principal de la protesta del Movimiento San Isidro y muchas de las manifestaciones populares llevadas a cabo por cubanos dentro y fuera de la isla durante las últimas dos semanas.
“Estoy preocupado por su salud. Me siento acosado, vigilado, no me dejan verlo. No sabemos lo que pueda estar pasando con él. Temo por la vida de él. En una llamada me dijo que le dieron golpes en Cuba y Chacón y en el Vivac. Si eso sucedió allí, no sé qué pueda estar pasando en la prisión”, explicó González ante las cámaras de Cubanet.
Según detalló, Denis tuvo una niñez fuerte porque perdió a su mamá. Tenía 12 años y su mamá cuatro meses de embarazo cuando ésta murió por lo que la familia acusa como una negligencia médica. “No le atendieron bien su embarazo y se deshidrató tras 16 días en terapia intensiva”, comentó González, para quien todo lo sucedido con Denis es una injusticia y un exceso.
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Su sobrino, relató, creció entre necesidades y vicisitudes. Estudió en la escuela de medicina y se hizo enfermero. Es bueno en eso, dijo, al tiempo que precisó que ejerció la enfermería en Nefrología y en el Calixto García, y que más tarde se hizo de un idioma, el inglés.
Sin embargo, Solís debió dejar la enfermería por necesidad y se puso a “bicitaxear”. Se compró un bicitaxi con su propio sacrificio, alquilando y trabajando otro primero, contó González.
A partir de ahí llegó el primer encontronazo con el régimen. Cuando la visita de Obama, la policía quitó muchos bicitaxis, entre ellos el de Denis, recordó el tío de Solís. “Él no se queda callado porque lo consideró injusto. Hizo una protesta y lo cogen preso y le quieren echar dos años”.
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Respecto a la actual condena, González precisó que la familia está solicitando ante el Tribunal de la Habana Vieja el recurso de apelación. “En la televisión dijeron que él tenía tres días para hacerlo y no lo hizo, no lo quiso presentar. Pero, ¿cómo lo íbamos a hacer si no sabíamos dónde estaba? Estaba desaparecido”, cuestionó.
“No nos informaron nada. Supuestamente me iban a llamar en estos días, pero no me han llamado. Creo que fue una sanción muy fuerte e injusta. Ese policía entró sin permiso ni documento que le avalara para hacerlo. Denis le dijo que saliera y él lo provocó, sacó el teléfono para filmarlo”, denunció el tío de Solís, por cuya causa y la represión que se ha derivado de la misma contra activistas y opositores ya están clamando muchos en varios países.