La campaña de vacunación masiva más grande jamás intentada en los Estados Unidos podría comenzar tan pronto como esta semana, con el gobierno federal entregando millones de dosis a los estados y territorios.
La Dra. Aileen Marty, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad Internacional de Florida (FIU, por sus siglas en inglés), dice que se necesitará una hazaña logística para que los residentes del sur de la Florida reciban vacunas.
La vacuna Pfizer-BioNtech COVID-19 en este momento se está produciendo en una planta en el oeste de Michigan. Los trabajadores lo almacenan a una temperatura de casi 100 grados bajo cero Fahrenheit.
Desde la planta de vacunas en Portage, Michigan, los conductores tomarán la Interestatal 94 y se dirigirán al Aeropuerto Internacional de Detroit. Desde el aeropuerto, los vuelos con la vacuna saldrán hacia el Aeropuerto Internacional de Miami, donde la vacuna se descargará en camiones, y será transportada a sus ubicaciones iniciales en el sur de Florida en Jackson Memorial Hospital y Memorial Regional Hospital en Hollywood.
American Airlines ha estado realizando vuelos de práctica para asegurarse de que la vacuna se mantenga a temperaturas súper frías, y la FAA también está ayudando.
La Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por su siglas en inglés) se reunirá el 10 de diciembre para determinar si Pfizer obtiene la aprobación para seguir adelante y distribuir la vacuna.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, anunció que las autoridades sanitarias del estado están delineando un plan para distribuir las vacunas contra la Covid-19 una vez que las autoridades sanitarias estadounidenses las aprueben.
DeSantis explicó en un video colgado en las redes sociales que todos los estados quisieran tener dosis suficientes para vacunar de una vez a toda su población, pero no va a ser así y por eso es necesario establecer quiénes recibirán la vacuna en primer lugar.
En Florida tendrán prioridad los alojados en residencias y centros geriátricos, el personal sanitario que está en primera línea del frente contra la covid-19, los mayores de 65 años y las personas con enfermedades crónicas.
El gobernador republicano dijo que no va a ser obligatorio vacunarse e instó a los floridanos a ser pacientes y esperar a que les llegue el turno de recibir las dos dosis necesarias de la vacuna.
En Florida como en la mayor parte del resto de Estados Unidos se vive una segunda ola otoñal de la covid-19 que, según los expertos, puede causar más problemas desde el punto de vista sanitario incluso que la primera.
Según DeSantis, la primera en llegar a Florida será la vacuna de Pfizer este mismo mes y hasta febrero no se espera poder iniciar la vacunación masiva.
Florida es el tercer estado con más contagios y el cuarto con más muertes, según el cómputo de la Universidad Johns Hopkins.