El periodista y escritor cubano, Carlos Manuel Álvarez, fue 'deportado' por fuerzas del régimen, a Cárdenas, Matanzas, donde vive su familia, tras un interrogatorio de la Seguridad del Estado en La Habana, y maltratos.
Desde las 2 p.m, el director de El Estornudo denunció que se dirigía a la estación policial de 7ma y 62, en el municipio Playa, por una citación telefónica que le realizaron agentes 10 minutos antes.
Pasaron más de seis horas para tener noticias de Álvarez, quien realizó un video en directo actualizando su situación.
Contó que fue interrogado durante dos horas para cuestionar su salida el sábado anterior con amigos, algunos de ellos participantes en la manifestación del Ministerio de Cultura o miembros del Movimiento San Isidro (MSI).
"Al parecer esto es un delito porque ya el hecho de realizar cualquier actividad civil en mi país parece ser un acto que lleva una condena por parte del poder. Me levantaron un carta de acusado, me montaron contra mi voluntad en un carro y me trajeron hasta Cárdenas, violando los principios constitucionales y mis derechos individuales", explicó el importante cronista.
Para Carlos Manuel, si aun no ha sido detenido formalmente es por la profunda crisis económica y política que sufre la isla, y que necesita de gobiernos extranjeros.
"Para eso necesita mantener cierta fachada de tolerancia, pero como no me pueden meter preso porque soy una persona absolutamente inocente, traen la cárcel hasta mí y me limitan mi libertad en todo orden".
El escritor de "La tribu: Retratos de Cuba", señaló que en el camino a Cárdenas contra su voluntad, los represores pararon en la casa donde se estaba quedando en La Habana para recoger sus pertenencias, y él intentó escapar.
"Me metí en un monte, me cayeron atrás, me maltrataron y aquí tengo todas estas heridas producto de esa fuga. Yo no voy a permanecer secuestrado, no voy a soportar esta vejación", añadió.
Asimismo el periodista aseguró que volvería hacia La Habana por los medios que pueda, y si no le permiten tomar un transporte, lo hará caminando.
"Voy a salir y van a tener que meterme preso formalmente. Si no puedo agarrar un transporte voy a irme caminando y si alguien quiere ayudarme en el camino se lo acepto, pero yo voy a llegar a La Habana y voy a hacer valer mis derechos", concluyó.