Una madre cubana acudió a los activistas de derechos humanos en Santa Clara, Villa Clara, para exponer el caso de su hijo y denunciar irregularidades en un proceso policial en su contra.
Idania Mondeja Cárdenas, madre de Yoandy Valdés Mondeja, permanece este miércoles en las afueras de la Tercera Estación de Policía de la ciudad de Santa Clara exigiendo la libertad de su hijo, confirmó a Radio Televisión Martí Yoel Bravo, líder del Movimiento Opositor Juventud Despierta (MOJD).
El joven fue detenido el pasado 1 de enero en la casa de un amigo, tras una acusación de “peligrosidad”, y trasladado a la Tercera Estación Policial.
Desde allí envió un mensaje a la madre de que no aceptaría agua, ni alimentación, ni medicamentos, en protesta por las acusaciones contra su persona, dijo Bravo, quien se mantiene al tanto del caso.
“La familia está muy angustiada, y no se alejan de la estación, por eso anoche supieron que Valdés Mondeja fue trasladado al hospital, porque es hipertenso y, al parecer, tuvo otra recaída”, explicó el activista.
En un video que el líder del MOJD hizo llegar a Radio Televisión Martí, y que también compartió en las redes sociales, recoge las declaraciones de la madre y la hermana del huelguista.
Dijeron que ambas acudieron a la Fiscalía Militar, y a la delegación del MININT de la provincia, pero no las atendieron, por eso decidieron pedir la colaboración de los activistas de derechos humanos.
Las mujeres insisten en que Valdés Mondeja “debe ser puesto en libertad, porque no ha cometido ningún delito”. Al joven lo acusan de “peligrosidad” social predelictiva.
En el caso de Valdés Mondeja, tiene que ver con que no está trabajando, pero según explicó su madre "nosotros lo mantenemos, porque tenemos familia en el extranjero que nos ayuda".
Tanto la hermana como la madre responsabilizan a Ernesto Mesa Martín, jefe de sector del barrio Sakenaf por las arbitrariedades en el caso, y recuerdan que esta es la segunda ocasión que ese oficial intenta llevar a Valdés Mondeja a prisión.
Dijeron que el jefe de sector "ha llegado a decirle a Yoandy que tiene que vender su casa en Sakenaf e irse de allí", y por esa razón su mamá decidió llevarlo a vivir con ella, para evitar las represalias.
Los familiares están muy preocupados, pues “Yoandy padece de presión alta y mareos, y ya se ha desestabilizado desde que no come ni bebe”. Hasta hoy las únicas informaciones que han tenido del joven es la que les hacen llegar las enfermeras que trabajan en la estación de la policía.
Según el Código Penal vigente en Cuba, las medidas de seguridad predelictiva pueden llevar condenas de 1 a 4 años de cárcel. La “ley de peligrosidad social” permite a los fiscales castigar a una persona no por el crimen que cometió, si no bajo el supuesto de que “podría cometerlo”.