El periodista oficialista de Matanzas, Arnaldo Mirabal Hernández, dijo en redes sociales que él también quiere a veces "dar un buen manotazo", como el ministro de Cultura, Alpidio Alonso.
En su Facebook, el reportero del periódico Girón justificó y apoyó la represión contra artistas afuera del Ministerio de Cultura (Mincult) este 27 de enero.
"A veces uno quisiera descargar también su buen manotazo, y uno no quiere perder los estribos, intenta mantener la calma a toda costa", empezó su publicación.
Además, Mirabal Hernández arremetió contra el diario independiente 14ymedio, por difundir las agresiones contra los manifestantes.
"¿En serio que alguien puede pensar tan siquiera que en un mundo tan jodido y violento como en el que vivimos algún organismo internacional se prestará a esta payasada? ¿Estas personas son normales? ¿Tendrán al menos alguna pizca de decencia que les permita reconocer que fuera de Cuba sí asesinan y desaparecen a personas inocentes por tan solo pensar diferente?", añadió.
Para responder al vocero castrista, ya la Relatoría para la Libertad de Expresión de la Comisión Internacional de Derechos Humanos (CIDH) y Amnistía Internacional condenaron la violencia estatal hacia los artistas.
"Este tipo de ataques tienen un efecto inhibidor del libre flujo de ideas sobre asuntos de interés público, e insiste en las recomendaciones realizadas al Estado en el Informe Especial sobre Libertad de Expresión en Cuba", concluyó el pronunciamiento de la Relatoría.
Este miércoles, el ministro y viceministros de Cultura, agredieron a manifestantes plantados fuera de la institución.
El viceministro cubano de Cultura, Fernando Rojas, exigió que desalojaran los alrededores, poco antes de que un tumulto, acaudillado por el titular de la cartera, Alpidio Alonso, se abalanzara sobre los artistas.
En las imágenes compartidas en redes sociales se escucha a Rojas exigiendo al grupo que desaloje la calle en tono acalorado mientras asegura que él atenderá en breve sus exigencias. Algunos de los presentes aseguran que no lo harían hasta que liberaran a las personas detenidas, entre ellas Tania Bruguera.
Poco después, una turba formada por funcionarios del ministerio y, posiblemente, agentes de la Seguridad del Estado infiltrados allí, se abalanzó sobre los manifestantes, y los golpea como si fueran delincuentes.
Todos los artistas y periodistas presentes fueron detenidos y montados en una guagua, donde sufrieron más golpes y maltratos.
