El ajedrecista cubano Lázaro Bruzón consideró al cantante Israel Rojas y otros músicos defensores del régimen castrista, como “una vergüenza para Cuba”.
El pronunciamiento de Lázaro Bruzón es a propósito de que Rojas, también compositor y líder del grupo Buena Fe, trató de exculpar a los Castro de las acciones de Sandro, nieto del dictador Fidel, joven frívolo y exhibicionista que tanta indignación provoca entre cubanos.
En los últimos días se hizo viral una filmación del “nieto de la Revolución” ufanándose de que posee un Mercedes-Benz V6, lo que cayó como una bomba en medio de la escasez y las prohibiciones que instauró su familia.
Pero Israel Rojas vino a tratar de echar agua al fuego, diciendo “que semejante video es cuando menos grosero, irresponsable e irrespetuoso. No obstante, esto sería sólo la estupidez de un inmaduro, de las muchas que pululan en redes sociales, de no ser porque el protagonista es un nieto del Comandante en jefe Fidel Castro”.
Y continúa Rojas, en una nota difundida por la revista oficialista Alma Máter que afirma haberla tomado del Facebook del artista, aunque el post no se encuentra en el perfil:
“Este país no es una monarquía. La grandeza no es hereditaria. Se puede ser brillante [,] aunque se nazca en cuna de paja. O un mentecato, aunque se nazca en cuna de oro. Los que [,] con acciones insustanciales, como los registrados en este video, alimentan la maquinaría del odio contra Cuba, deberían saber cuánto daño hacen a su país y cuanto favor tributan a los que jamás les perdonarán su apellido”.
Pero el resultado para Rojas es que, tratando de lavar el rostro de la élite gobernante, arrojó más gasolina al asunto. Muchos le han señalado la hipocresía y complicidad con el régimen que hay en sus palabras.
“Ese tipo y algunos otros artistas que andan constantemente justificando todos los desastres que comete ese desgobierno (Incluyendo actos de repudios) son una vergüenza para Cuba”, comentó uno de los mejores ajedrecistas de la isla, en una réplica al cantante, publicada en Facebook por la periodista Mónica Baró.
Según Bruzón, muy crítico con el gobierno de la isla, gente como Israel Rojas “tienen el arte de manipular y son muy peligrosos pues confunden a mucha gente”.
Baró, quien mereció el Premio Gabo de periodismo por una investigación independiente, desmontó las justificaciones de Israel Rojas: “El mensaje más claro de este video es la enrome desigualdad que existe entre quienes forman parte de la familia Castro y la mayoría de las familias cubanas”.
“Esto no es apenas un problema de malcriadez, inmadurez, frivolidad, como quieren hacer ver algunos. Esto es un problema de desigualdad social e incoherencia política”, añadió la reportera.
El periodista y académico José Raúl Gallego también escribió sobre el tema en su perfil de Facebook: “Curiosamente han salido al unísono Israel Rojas, Alma Mater replicando a Rojas y hasta el tío Alex Castro, miembro de la familia real. En Cuba, donde el apellido Castro es sagrado (y eso no ha cambiado), esto no es casualidad. En todos los casos la línea de argumentación es señalar a Sandro como una desviación del ejemplo del abuelo y pasar a un segundo plano las preguntas sobre la procedencia del Mercedes, sus bares, sus privilegios y su modo de vida por encima de la media de los cubanos”.
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Gallego continúa desmontando a Israel Rojas y quienes le hacen coro: “resulta que Sandro Castro es tan 'especulador' como su abuelo, que gastó millones de pesos del dinero del pueblo para tener la vaca que más leche diera en el mundo, para construir la textilera más grande de América Latina aun cuando nunca funcionara a plena capacidad, para tener 'el pueblo más culto del mundo' y toda una inmensa lista de ideas absurdas que ejecutó, llevándose por delante a quien lo contradecía, solo para satisfacer su megalomanía”.
“Resulta que Sandro es tan austero como su abuelo, que gustaba de regalar Rolex a sus amigos, que tenía yates, montones de casas, que era fanático a la langosta y las carnes exóticas, que le compraban en Argentina los vinos que tomaba, que en pleno período especial mandaba un avión a México a comprar trufas para cocinarle un platillo a García Márquez”, añadió.