El relator de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Pedro Vaca, celebró la acogida que brindó Consta Rica a la periodista cubana Karla Pérez, a quien su país le prohibió el regreso por sus ideas políticas.
“Saludo el compromiso continuado del Estado de Costa Rica. Particularmente quiero resaltar la disponibilidad de todas las personas que bajo esa convicción hicieron posible proteger los derechos de la periodista Karla Pérez”, declaró en redes sociales.
Otras personalidades y organizaciones también se han solidarizado con la joven. Entre ellas está la congresista republicana María Elvira Salazar, quien catalogó de "infamia" la decisión de La Habana, una declaración de destierro informal.
El Programa de las Américas del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), se pronunció sobre la prohibición y aseguró estar siguiendo con preocupación y atentamente el caso de Pérez.
Mientras, Human Right Watch recordó que "volver al país de origen es un derecho humano" en la denuncia de esta arbitrariedad compartida en redes sociales. La organización gubernamental también recalcó que prácticas similares son habituales para el régimen comunista.
Este 19 de marzo, la joven reportera cubana de 22 años, quien se encuentra de regreso en el país centroamericano desde la noche de ayer, pedirá refugio ante las autoridades de la nación.
Karla ingresó a Costa Rica en mayo del 2017, después de una propuesta de El Mundo para realizar una pasantía permanente que le permitiría finalizar sus estudios universitarios y tras ser expulsada de la Universidad de Las Villas por colaborar con el blog del grupo disidente Somos+, aborrecido por el castrismo como cualquier otra organización contestataria.
Tras concluir sus estudios en la Universidad Latina en 2020, Pérez había planificado volver a la isla para reunirse con su familia y seguir realizando su labor de periodista, pero en el aeropuerto de Tocumen se encontró con la noticia que ha recorrido hoy todos los medios independientes cubanos y varios extranjeros.
En un audio enviado a los directivos de Copa Airlines en la terminal aérea —escala antes de aterrizar en La Habana—, un funcionario del régimen advirtió a la aerolínea que la joven no podía regresar al país que la vio nacer y donde vive su familia.
Quedó claro desde el primer momento que la prohibición no estaba relacionada con algún trámite mal hecho por Pérez: su pasaporte estaba en regla; llevaba el resultado negativo de una prueba PCR, como exigen las autoridades cubanas. En el audio, el funcionario subrayaba el carácter arbitrario de esa decisión injusta.
El gobierno cubano, a sabiendas de que tenía prohibida la entrada a la isla, igualmente le había hecho pagar el aislamiento en uno de los hoteles, donde pasaría el período de cuarentena requerido antes de ingresar plenamente en el país.