En los últimos meses se ha visto un aumento en el flujo migratorio de extranjeros por el territorio hondureño, en especial de ciudadanos cubanos y haitianos que utilizan esta ruta para poder llegar a Estados Unidos, informó este martes la directora del Instituto Nacional de Migración (INM), Carolina Menjívar.
De acuerdo con la funcionaria, en los últimos dos meses las autoridades migratorias han detenido a 2,500 inmigrantes, en su mayoría hombres, provenientes de Haití y Cuba.
“Honduras es un país de tránsito por la posición geográfica en la que se encuentra, por lo que los extranjeros cruzan por Honduras para llegar a su destino ya sea México o Estados Unidos»”indicó Menjívar.
Los migrantes han ingresado en su mayoría por la frontera con Nicaragua, muchos de ellos han sido retenidos y se encuentran en las instalaciones del INM en Choluteca, una ciudad ubicada en la zona sur de Honduras.
Según Menjívar el cambio de gobierno en Estados Unidos ha incrementado el flujo de los migrantes irregulares provenientes de los países de Sudamérica, África y el Caribe.
Detalló que para las personas que se encuentran retenidas para verificar su estatus, se trabaja con un protocolo de bioseguridad y esas personas puedan cumplir su cuarentena en el país.
Los migrantes irregulares tras cumplir su cuarentena se les realiza un registro migratorio para que puedan salir del país. La ley establece una sanción para los migrantes irregulares, por lo que muchas de estas personas se ponen a pedir dinero en Choluteca para pagar la multa.
Menjívar recordó que la frontera entre México y Estados Unidos se encuentra cerrada y solo están trabajando con las solicitudes de asilo de personas que aguardan en la frontera desde hace tres años.
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Este lunes, el Instituto Nacional de Migración (INM) mexicano detuvo cinco migrantes cubanos en Monterrey que se transportaba con un grupo de 95 personas originarias de Honduras, El Salvador, Cuba y Guatemala.
Congresistas republicanos de EEUU culpado al presidente Joe Biden y a su promesa de una política migratoria “justa y humana” de la llegada a la frontera de decenas de miles de migrantes que, en su mayoría, proceden de América Central y México.
“Esto es más que una crisis”, dijo McCarthy en una rueda de prensa después de la visita a un centro de detención, usando una palabra que el Gobierno Biden intenta por todos los medios evitar. “Lo triste en todo esto es que no debió haber ocurrido. Esta crisis es resultado de la política presidencial”, agregó.
Según medios estadounidenses que citan informes de CBP, unos 3.000 de esos niños han permanecido bajo custodia de CBP por más de las 72 horas permitidas para su transferencia a la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR) ante su incapacidad de procesarlos a todos en el plazo establecido.
