Omar Ortega, otro posible castigado en Cuba por exponer verdades en las redes

El avileño Omar Ortega puede ser la próxima víctima de la represión del régimen contra aquellos que hacen uso de su libertad de expresión en las redes sociales. La dirección del hospital en el que trabaja lo quiere sancionar por una directa
Omar Ortega. Foto: Facebook
 

Reproduce este artículo

Cada vez más cubanos acuden a las redes sociales para exponer verdades de su cotidianidad y denunciar todo aquello que les impide tener una vida digna. Sin embargo, así como aumentan las denuncias, también aumentan las medidas represivas del régimen y sus instituciones u organizaciones contra aquellos que se atreven a ventilar públicamente sus inquietudes, inconformidades y desespero.

Una de las próximas víctimas de esa represión puede ser el avileño Omar Ortega, a quien la dirección del hospital en el que trabaja como camillero quiere sancionar por una directa que realizó la semana pasada en su perfil de Facebook.

En la directa de marras, Ortega expuso las malas condiciones en las que trabaja el personal médico del hospital Roberto Rodríguez, de Morón, y su incapacidad, por mala gestión y falta de recursos, para atender dignamente las necesidades de los pacientes.

No hay médicos para cubrir todos los turnos y los que hay, con razón, no quieren doblar y seguirse desgastando; los pacientes se quejan por las largas esperas y cuestionan dónde está la potencia médica de la que tanto se habla en el noticiero, comentó Ortega en su transmisión, realizada en horas de la madrugada.

Según dijo, él mismo estaba haciendo un turno de 24 horas, cuando su contrato establece jornadas de 12.

Castigar en vez de corregir

Ante la “osadía” de Ortega, la dirección del hospital busca castigarlo en vez de corregir todo aquello que configura el lamentable escenario denunciado.

El camillero, que se define como activista y opositor al régimen, aunque sin militancia activa en alguna organización, informó inicialmente que el director le comunicó que sería expulsado por denunciar en las redes sociales.

“En este momento les informo que el director del hospital Roberto Rodríguez de Morón ha tomado la decisión de separarme del centro por un video que publiqué en Facebook”, escribió el sábado en su perfil de la referida red social.

Sin embargo, el domingo aclaró que por el momento no podían “botarlo” de su centro de trabajo. “Fue una confusión por parte del director general del hospital, al no saber que yo no era un trabajador contratado”.

“Soy un trabajador de plantilla, o sea, un trabajador fijo. En este caso van a proceder a aplicarme una medida disciplinaria, la cual también veo innecesaria e injusta, ya que sólo fue por una directa que hice en Facebook. No veo el motivo por el cual se me pueda sancionar, ya que es algo retroactivo”, explicó y cuestionó Ortega.

Lo injusto de la anunciada “medida disciplinaria” va más allá de que penalice un video realizado días atrás, como inicialmente cuestionó el joven crítico del régimen. En declaraciones a ADN Cuba analizó que buscan intimidarlo para que deje de criticar y hacer uso de su libertad de expresión en redes sociales, como han intentado hacer con tantos otros.

Pese a esos intentos, afirmó, no dejará de exponer, denunciar y pronunciarse sobre todo aquello que le parezca mal. La causa de la libertad de Cuba y el cambio es justa, por lo que seguiré apegado a ella hasta que se consiga, subrayó.

Activismo en las redes

Además del video por el que le quieren sancionar, Ortega ha desplegado un intenso activismo en su perfil de Facebook en los últimos meses.

Al no poder contactarlo inicialmente, cuando denunció que le querían expulsar, ADN Cuba estimó que el video motivante de la molestia de los aparatos represivos del régimen en Morón podía ser la directa que realizase el viernes 12 de marzo, cuando rompió su pasaporte frente a cámara como respuesta a las presiones de la Seguridad del Estado para que abandonara el país.

“Quiero decir a los compañeros que están en el poder en este país, que tantas veces me dijeron que me fuera del país, yo no me voy a ir del país, los que se van a ir son ustedes, no se para dónde”, dijo en ese entonces Ortega, para acto seguido mostrar su pasaporte y romperlo.

“Este es mi pasaporte. Aquí está. No lo voy a usar, es más, con el dolor de mi alma, le hago esto. No lo necesito. Ustedes son los que se van a ir y no queremos diálogo. Y dejen de hostigar a mi familia” concluyó.

Derivado de su activismo, el joven también ha sido hostigado por efectivos de la llamada Policía Nacional Revolucionaria (PNR). A inicios de marzo, varios de ellos invadieron su hogar para retirar un cartel con la frase "Patria y Vida" que el opositor había puesto en un árbol de su residencia.

Al colgar el cartel, Ortega expresó: "Patria y Vida para mi Cuba Linda (…) lo que queremos es libertad y que los dictadores de este país se acaben de ir, que no nos metan más muela, que no aguantamos ni una más”.

Posibles desenlaces

Ortega sabe a qué se expone por denunciar en Facebook las penurias que se padecen en el día a día y exigir la renuncia de un gobierno que sólo responde a la continuidad de un régimen no democrático y al bienestar de una pequeña élite.

No teme a lo que puedan hacer en su contra, aún y cuando su condición de sancionado le pone en una situación frágil o de mayor vulnerabilidad a las arbitrariedades de siempre.

A inicios de 2020 fue condenado a un año y seis meses de trabajo correccional sin internamiento por el delito de atentado, pena que cumple como camillero en el hospital Roberto Rodríguez.

Según contó a esta revista, la sanción fue desproporcionada e injusta, en tanto no contempló que en el altercado con un inspector del territorio, el hecho delictivo juzgado, resultó lesionado y enfrentaba a un funcionario corrupto, conocido en la zona por sus arbitrariedades y prácticas cuestionables.

Asimismo, dijo que la parte acusatoria quería retirar la denuncia, pero que los policías le instaron a no hacerlo.

“Me querían sancionado de cualquier forma. Mi familia se humilló mucho y pidió insistentemente a Raymundo González (el inspector) que quitara la denuncia, pero cuando fue a hacerlo le dijeron que no la quitaran, que merecía estar sancionado”, detalló Ortega al respecto.

Por todo ello, estima que será sancionado en el hospital y que su activismo le traerá más consecuencias. Son muchos los que han perdido trabajos, rentas y hasta la libertad en Cuba por hacer uso de su libre expresión en los pequeños resquicios que deja el régimen.

Aun así, concluyó, él seguirá defendiendo un cambio que contribuya a tener una Cuba mejor más allá de promesas, consignas y una pretendida “unidad” que en la práctica sólo ha devenido en escasez, crisis y represión.

 

Relacionados